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El MACBA, el Departament de Justícia i Qualitat Democràtica y el Departament
de Cultura de la Generalitat de Catalunya se han unido para impulsar el proyecto Si un viaje empieza aquí, donde padres y madres privadxs de libertad tuvieron la posibilidad de fortalecer sus vínculos familiares a través del arte, superar las barreras de la distancia física y dar visibilidad a la realidad de las familias afectadas por procesos de condena.

La iniciativa fue desarrollada con los grupos de responsabilidad parental y personas de los centros penitenciarios Quatre Camins, Brians 2 y CP Dones Brians 1. En total fueron 7 lxs participantes que voluntariamente formaron parte de la propuesta liderada por Clara Nubiola, quien, junto a profesionales de estos centros penitenciarios, realizaron ocho sesiones que tuvieron lugar en el Jardín Ambulante del MACBA.

El proyecto narra la historia de dos viajes paralelos: por un lado, el de seis padres y una madre desde los distintos centros penitenciarios para reconectar con Barcelona; y por otro, el de sus familias en su día a día. A través de una correspondencia semanal en dos cuadernos, uno para los padres y otro para las familias, se documentan estos viajes basados en la observación y la atención al entorno. El resultado son 14 cuadernos ilustrados que reflejan la experiencia parental en prisión, junto con el fanzine titulado Si un viaje empieza aquí, diseñado por Nubiola como testimonio cultural de esta vivencia artística.

Gracias al uso de herramientas de creación y expresión como el dibujo, lxs participantes pudieron explorar nuevas formas de conectar emocionalmente con sus hijxs. A la larga, esta clase de procesos se convierten en hitos clave que facilitan la reinserción de estas personas, previniendo posibles recaídas en conductas delictivas.

En palabras de José María Montero, director general de Asuntos Penitenciarios: «Este proceso no sólo tiene un impacto terapéutico y rehabilitador, sino que también permite revisar y expresar la experiencia desde una nueva perspectiva artística y emocional, favoreciendo el proceso de reinserción. Además, da visibilidad a las familias afectadas y pone en valor la importancia de mantener los vínculos familiares dentro y fuera de los centros penitenciarios».

En referencia al papel del museo en el proyecto, Elvira Dyangani Ose, directora del museo, ha declarado: «Este proyecto demuestra con hechos lo que siempre defendemos como institución: que hay un Museo Posible que va más allá de los límites que nos ponen los muros del edificio. El MACBA no es un continente de piezas de arte sino que es una institución viva, con un fuerte compromiso artístico pero también con sensibilidad social y quiere ser un refugio, un espacio seguro para proyectos como este que necesitan sensibilidad, calma y que el mundo se detenga».