Cristóbal Hara (publicado originalmente bajo el nombre de Cristóbal Melián), 'El carro del Sr. Isidoro', 1971.
La Fundación Juan March Palma ha inaugurado el pasado 28 de octubre Cristóbal Hara: 15 cuentos instantáneos, una pequeña exposición de gabinete que propone una experiencia doble: contemplar quince fotografías realizadas por escolares conquenses bajo la mirada del fotógrafo, y leer los cuentos que ellxs mismxs escribieron inspirados en esas imágenes. La muestra, abierta hasta el 2 de mayo de 2026, constituye un preludio de la retrospectiva más amplia Cristóbal Hara: principiante, que se inaugurará el 10 de febrero de 2026.
El proyecto se basa en un porfolio editado por el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca en 1971, a través del Departamento de Artes Gráficas fundado por Fernando Zóbel. En aquel trabajo original, Hara no buscaba documentar la infancia de lxs escolares, sino provocar un juego creativo: las imágenes funcionaban como detonantes de narraciones personales. Cada niñx elaboró un relato inspirado en la fotografía elegida, generando una tensión entre la observación y la imaginación que sigue vigente medio siglo después. El diseño del porfolio estuvo a cargo de los hermanos Jaume y Jordi Blassi, cuyo cuidado tipográfico y gráfico contribuyó a convertir la obra en un objeto autónomo de arte y pedagogía.
Cristóbal Hara (Madrid, 1946) combina en su trayectoria un profundo interés por la fotografía, la pintura y la cultura visual. Su infancia transcurrió entre España, Filipinas, Estados Unidos y Alemania, experiencias que moldearon su mirada cosmopolita y abierta. Aunque estudió Derecho y Administración de Empresas, en 1969 decidió dedicarse plenamente a la fotografía, trabajando primero en blanco y negro y a partir de 1985 en color. Su obra ha sido reconocida con el Premio Nacional de Fotografía en 2022 y ha formado parte de exposiciones internacionales, como Three Photographers organizada por el Victoria & Albert Museum en 1974, y ha publicado en revistas y agencias de referencia en Europa.
La muestra en la Juan March Palma permite reconsiderar el papel de la fotografía como herramienta de mediación cultural y educativa. Al vincular imágenes y relatos infantiles, Hara pone en evidencia cómo la fotografía puede generar microcosmos de significado y memoria, espacios donde la percepción individual se encuentra con la creación colectiva. La exposición también invita a reflexionar sobre la mirada del fotógrafo: Hara no impone, sino que propone, creando condiciones para que otrxs actores–en este caso, lxs niñxs–participen en la construcción del sentido.
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