Vista de la exposición 'He aprendido a nadar en seco' de la artista Coco Fusco en el MACBA, Barcelona. Cortesía del MACBA.
El Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA) dedica una exposición a la artista y ensayista Coco Fusco (Nueva York, 1960). Bajo el título He aprendido a nadar en seco —tomado de un microrrelato de Virgilio Piñera—, la muestra se despliega en cinco ámbitos temáticos que recorren la trayectoria de Fusco desde los años ochenta hasta la actualidad, con más de cien obras que incluyen vídeos, performances, fotografías, instalaciones y ensayos audiovisuales.
La exposición, comisariada por Elvira Dyangani Ose, directora del museo, se ha realizado en colaboración con El Museo del Barrio (Nueva York) y cuenta con el apoyo de la Ford Foundation. Desde una perspectiva situada y poética, el trabajo de Fusco examina con profundidad cuestiones como el colonialismo, la represión, la identidad racializada o el papel del arte como forma de resistencia. «Fusco defiende la necesidad de nuevas instituciones que permitan a los creadores ser críticos con el sistema», subraya la comisaria.
Uno de los núcleos clave de la muestra es la relación entre palabra, silencio y poder. En obras como Morir soñando (2011) o La plaza vacía (2012), la artista proyecta una meditación sobre la promesa incumplida de la Revolución cubana, utilizando la icónica plaza de La Habana como símbolo de un futuro traicionado. La artista lleva décadas trabajando con creadores de la isla y la diáspora, y en años recientes ha centrado su atención en los conflictos entre el Estado cubano y el sector artístico.
En la sección La agencia del otro, se revisa la performance The Couple in the Cage (1992-94), realizada con Guillermo Gómez-Peña (Ciudad de México, 1955), en la que ambos artistas encarnaban a dos supuestos indígenas descubiertos y expuestos en una jaula. El trabajo evidenciaba los mecanismos de exotización y racismo persistentes en el sistema artístico occidental. También se incluyen colaboraciones con Nao Bustamante (Valle de San Joaquin, 1959), como Stuff (1996–99), que crítica la explotación turística y la hipersexualización de los cuerpos latinoamericanos.
La dimensión punitiva del poder es el eje de la sección Poder y prisión. En La noche eterna (2023), basada en los recuerdos del poeta Néstor Díaz de Villegas (Cuba, 1956), Fusco recrea la vida en prisión como espacio de violencia y resistencia simbólica. Otro trabajo reciente, El pódcast perdido de Aponte (2025), conecta los dibujos prohibidos del activista José Antonio Aponte con los realizados por el artista encarcelado Luis Manuel Otero Alcántara (La Habana, 1987).
El recorrido concluye con una sección documental que presenta trabajos recientes realizados junto a Loid Der, en los que se rinde homenaje a periodistas asesinados, activistas medioambientales y artistas encarcelados en 2023 y 2024.
Además de la exposición, el MACBA ha organizado un ciclo de cine independiente cubano bajo el título La memoria es un paisaje derruido, comisariado por José Luis Aparicio, y la publicación de un nuevo número de los Quaderns portàtils que traduce al catalán La otra historia de la performance intercultural, uno de los ensayos de Fusco.
Con 24 galerías participantes y más de 50 artistas, la nueva edición de BGW apuesta…
El Reina Sofía presenta una exposición antológica dedicada a Marisa González, pionera en el cruce…
Comisariada por Ángel Calvo Ulloa y Julia Castelló, la muestra reúne obras y activaciones de…
Blueproject Foundation muestra públicamente su colección por primera vez en una exposición con más de…
La exposición que repasa veinte años de complicidad con el coleccionista Joaquín Díez-Cascón, a través…
'El arte de navegar', comisariada por Jon Uriarte, reúne a catorce artistas internacionales para explorar…