En palabras del comisario Milovan Farronato: “Más allá de las formas que adopte, la obra de Fumai es performativa y, como tal, presupone una capacidad intuitiva de recrear las condiciones de su materialización”. Además de su práctica performativa, los temas recurrentes y centrales de la artista son el feminismo, el movimiento autónomo italiano, la inspiración en los espectáculos pseudocientíficos del siglo XIX, entre otros. En sus interpretaciones performativas, Fumai adopta diferentes identidades de personalidades históricas marginalizadas, sus heroínas, personajes ocultos que pretende revivir para rescatar narrativas olvidadas o descartadas por la historia. Al situarlas sobre el escenario, la artista persigue que nos adhiramos a su credo, a La Iglesia de Chiara Fumai. Poco importa que muchas de las personalidades que Fumai revisita sean, a su vez, intérpretes o artistas ya que, al apropiarse de sus personajes, acaba identificándose con ellas y haciendo que sean más reales que la realidad en un experimento hiperbólico de la misma. Esta muestra es fruto de la colaboración de varias instituciones europeas: Centre d’Art Contemporain Genève, Centro per l’Arte Contemporanea Luigi Pecci, La Loge y La Casa Encendida. Realizada tres años después de la muerte de la artista, supone una investigación de su legado para mostrar a un público más amplio su extraordinaria obra compuesta de collages, vídeos, dibujos o muebles. A través de una selección de obras y documentos específicos para la muestra en La Casa Encendida, esta retrospectiva trata de mostrar lo que a Fumai le gustaba llamar unwork, parte de su producción performativa de diez años que va mucho más allá de las representaciones por las que era más conocida.