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Endezo; estado eterno de confluencia, de entremedios, de devenir, de estar en constante mutación, de alejarse de la definición estática. Esta palabra compleja, que llega a englobar la condición de varias realidades marginalizadas, ha sido otorgado a un nuevo proyecto de le artista dominicane, Patricia Encarnación (República Dominicana, 1991), que se puede ver hasta 5 de noviembre de 2023 en el espacio de proyectos, CasCaDas Artspace, ubicado en el barrio del Raval (Carrer del Bisbe Laguarda, 16-3).

La palabra ‘endezo‘ proviene del kreyòl ayisyen [criollo haitiano] y desdibuja un estado definitivo existencial. Esta no definición —de la que se puede hallar conexiones epistemológicas con otro término como ‘no-binario’ que opta por no definirse en lugar de posicionarse afirmativamente— se puede aplicar al género, la sexualidad, el estatus migratorio, la raza, clases diversas y otras realidades que actualmente se encuentran en peligro. Endezo celebra un estado compartido por muchos cuerpos, nos invita a darnos cuenta de lo que tenemos en común: nuestra vulnerabilidad colectiva ante la condición transitoria.

En esta muestra comisariada por la curadora británica, Tsering Frikman-Glen, que ha embarcado en un nuevo proyecto titulado Confluence que nace con esta intervención, Encarnación presenta en los escaparates del espacio de proyectos un vídeo y una serie de cerámicas y fotografías que remiten al imaginario caribeño con tal de subvertir su fetichización por parte de autoridades y lentes coloniales. Confluence busca proporcionar una plataforma a voces que se encuentran en un cruce procedente de dos o varias fuentes distintas. El propio espacio que alberga el proyecto remite a este fenómeno, ya que se trata de un espacio supuestamente de ‘paso.’ Esta convergencias y estados transitorios se explorarán en Confluence mediante varios proyectos de carácteres parecidos.

Desde exibart.es, tuvimos el placer de sentarnos con le artista y la comisaria durante la inauguración de su exposición. Compartimos la conversación en esta breve entrevista en la cual indagamos en los intersticios de Endezo, la muestra de Encarnación, y Confluence, propuesta curatorial de Frykman-Glen.

Gabriel Luciani: Patricia, podemos arrancar adentrándonos en el contenido del proyecto. ¿De cuáles inquietudes nace Endezo?

Patricia Encarnación: En mis proyectos suelo utilizar elementos cotidianos del contexto caribeño, especialmente de República Dominicana, país en que nací y crecí. Los recontextualizo mediante distintas técnicas y medios como la cerámica, el video y la fotografía; lenguajes que permiten una exploración en cuanto a cómo estos elementos han sido y siguen siendo estudiados y vistos a través de un lente colonial, y cómo podemos, a través de verlos en estos nuevos contextos, descolonizarlos o entender que han sido colonizados.

Endezo se trata de una sección de una serie que he desarrollado en los últimos diez años titulada El Negro Detrás de la Oreja. Este nombre proviene de un modismo dominicano que se origina en un poema de 1883 del poeta Juan Antonio Alix, en el que se dirige al pueblo dominicano sugiriendo que no importa cómo te veas, cómo te comportes o qué hagas; al final, nuestra negritud es parte de nuestra realidad. Aunque al mismo tiempo cuestiono si la negritud la tenemos detrás de la oreja, ¡porque en realidad la llevamos en la frente!

Endezo es una de las últimas capas de este proyecto que explora la negritud dominicana o caribeña. Se trata de un término que significa ‘entre aguas’ o ‘entre elementos,’ aquello que se sitúa en el entremedio. Es una palabra del Kreyòl haitiano que no solo define un espacio físico, sino también un espacio identitario y existencial. Engloba tanto les cuerpes negres, el estatus migratorio como el género; elementos que pertenecen al espacio que crea Endezo. Se puede describirlo como un espacio de negociación. Citando a Jerry F. Philogene, relata que endezo es un espacio de negociación, una especie de guión (–) en el que se termina y se comienza una idea a la vez. Me pareció hermoso; inmediatamente me sentí identificade, y creo que muches podemos identificarnos, ya que estamos constantemente negociando territorio, nuestras cuerpas y propia existencia.

GL: La realidad caribeña y dominicana son los contextos que más informan a tu obra. ¿Nos puedes hablar sobre tu relación con el país y cómo ha influido en tu práctica?

PE: En mi opinión, la República Dominicana es uno de los proyectos coloniales más exitosos, pero lamentablemente, la forma en que se ha conservado, preservado y cultivado la identidad dominicana ha sido bajo un lente y una voz colonial. A pesar de que la mayoría de la población es negra, muchos no se identifican como tal. La conversación sobre género también es un otro problema; la homofobia reina en la sociedad heteropatriarcal dominicana, al igual que el racismo. Existe una negación de la negritud colectiva.

La historia de la esclavitud en la República Dominicana es muy densa. Los primeros esclavos que llegaron al continente Abya Yala —el Americano— fueron los que transportaron los esclavistas y colonizadores a la República Dominicana. Lo que históricamente conocemos como La ruta del comercio triangular (o Pasaje del Medio) de trata de personas esclavizadas no se establece hasta el XVII. A la trata de esclavos le tomó casi dos siglos para consolidarse como ‘negocio.’ Por ende en las primeras importaciones que consistían en una estimada cifra de 200 personas esclavizadas por cargo y menos de una docena de les cuales llegaban con vida bajo condiciones ultra pecarías. Esto es un indicador de la profundidad del trauma histórico que carga la República Dominicana. Por lo tanto, puedo deducir que tenemos un trauma generacional bastante arraigado en los cimientos de nuestra identidad.

A partir de aquí, hago el reclamo de que la República Dominicana es un proyecto de extremo éxito colonial, lo que ha permitido que el capitalismo y el neoliberalismo sean los pilares socioeconómicos del país en la actualidad.

GL: Aterrizando estos eventos atroces en el marco de la muestra, ¿dirías que tu obra pretende remediar o reconciliar la compleja actualidad afro-caribeña y la de toda la diáspora?

PE: Diría que busco encontrar lo extraordinario en lo ordinario a través de explorar la cotidianidad. Me parece una forma bastante afable de comprender en muchos niveles cuál es el mensaje que están transmitiendo. En el caso del video de Endezo, para mí, fomentar que un caracol realizado en cerámica coexista con elementos de joyería de oro utilizados por la diáspora en Nueva York es una manera de entender las relaciones entre estéticas que se encuentran en las aguas entre las mismas diásporas, en el Caribe y América Latina. Intento plantear preguntas como: ¿Qué sucede en estos espacios ‘entre las aguas’ y qué estamos negociando?

En esta pieza en particular, que hemos realizado en colaboración con CasCaDas, es un primer pensamiento en torno a eso: ¿cuáles son estas negociaciones? ¿Con qué espacios? Siempre estaré en endezo, siempre tendré mi cuerpo y mi ser viviendo en estos espacios de negociación. ¿Podré vivir fuera de endezo algún día o encontraré paz en endezo?

GL: Tsering, ¿nos puedes hablar sobre los objetivos de Confluence y cómo surgió la colaboración con Patricia?

Tsering Frykman-Glen: A pesar de ser un proyecto relativamente nuevo, Confluence lleva tiempo gestándose. Ha surgido de muchas conversaciones, pero su nacimiento ha tenido un componente de suerte y espontaneidad. Todo sucedió muy deprisa. Tuve mucha suerte de que Patricia ya estuviese de visita en Barcelona de Nueva York, y por eso se puso en marcha antes de lo previsto. Hacía tiempo que queríamos trabajar juntes, así que aprovechamos la oportunidad de colaborar en esta primera etapa de Confluence.

Endezo era el proyecto perfecto para esta nueva aventura. Habla de todas las cosas en las que había estado pensando: cómo una confluencia es un punto de potencial en el que no sabemos qué puede formarse en estos espacios intermedios. Puede ser aterrador y a la vez asombroso: hay mucho que no sabemos y que no podemos presentir pero ese potencial es poderoso. Gran parte de mi trabajo como comisaria va en esta línea.

Desde el punto de vista conceptual y estético, este proyecto en concreto dialoga bastante bien con el espacio de CasCaDas. Me encanta el carácter intermediario de la galería, el punto de encuentro entre el estudio del artista y la calle. Creo que las obras de Patricia lucen tanto en esos escaparates modernistas de madera, flotando en el azul, entre las aguas.