El artista Antón Lamazares (Pontevedra, 1954), estrechamente vinculado a la escena barcelonesa, presenta en la ciudad una nueva muestra que condensa su inconfundible lenguaje plástico, marcado por la poesía visual, la espiritualidad y la memoria. Su trabajo, de gran fuerza matérica y simbólica, se despliega entre la pintura, la escultura y el grabado, con un uso consciente de materiales humildes como la madera y el cartón. Las obras, a menudo de gran formato, se configuran como paisajes de una búsqueda ontológica, en los que lo terrenal y lo trascendental confluyen. La exposición incorpora títulos en gallego, latín o lenguas inventadas, y despliega un universo personal que, como señala Gloria Moure, transforma la materia en imagen y la imagen en memoria poética.