¿Por qué realizar una obra, cuando resulta tan hermoso soñarla? (El decamerón, Pier Paolo Pasolini) Soñar una película. Desplegar en el espacio los fragmentos de un filme por venir, inacabado. Esbozar con papel a los personajes de una fábula que recorre las promesas visionarias del lenguaje, del braille a la telepatía, de la visión paróptica a la invención del theremín en los años 1920: leer con las manos, ver con la piel, tocar sin contacto… He aquí un haz de utopías incumplidas que conforman el potencial archivo de un cine posible. Soñar una película. Imaginarla al margen de su cuerpo original, desvinculada de la propia tecnología y de dispositivos acostumbrados. Cine papel, cine palabra, cine por otros medios, cine expandido, cine virtual. Érik Bullot lleva muchos años interrogando las transformaciones de un arte inestable y en constante metamorfosis, de los juguetes ópticos al cambio radical que ha significado el establecimiento definitivo de lo digital. ¿Qué es hoy el cine? Si ha dejado de ser esa huella de luz impresa en un soporte fotoquímico, si sus usos y funciones han mutado definitivamente, si las imágenes han estallado en un mar de pantallas que van del teléfono a la galería, ¿es aún aquel que conocimos a lo largo del siglo xx? Descartada —y superada— una muerte repetidamente anunciada, el artista y teórico reflexiona sobre los desplazamientos, los límites y las especificidades del cine (tecnológicas, sociales, estéticas, institucionales). ¿Hasta qué punto será capaz de negociar las condiciones de tal metamorfosis sin negar su identidad?, se pregunta el autor de El filme y su doble. ¿Hasta dónde podrá difractarse, como la luz en los caleidoscopios? Para la exposición en la Filmoteca, Bullot actualiza la hipótesis de un cine viviente o desmaterializado a través de un relato poético y una investigación rigurosamente documentada de algunas de las obsesiones o quimeras que el cine ha dejado atrás. El recorrido incluye dos instalaciones inéditas en convivencia con obras de Ramón y Cajal, August Strindberg, Vicente Huidobro, Roland Sabatier o Jakob Mohr, así como diferentes formatos: del collage a la imagen en movimiento, pasando por la fotografía, el dibujo y una serie de programas que acompañarán la muestra a través de proyecciones, discusiones, lecturas, una conferencia performativa. También será la ocasión de presentar el segundo volumen de nuestra serie de publicaciones Apunts de cinema, ensayo en veinticuatro fragmentos que conjuga un ejercicio especulativo con la investigación erudita. “Cerrando los ojos, el cine mental se proyecta sobre la pantalla de nuestros párpados. El filme será imaginario o no será”.