Fotograma de ‘Haunted House’ (2025), de Angelika Markul. Cortesía de Albarrán Bourdais
Se suele decir que las casas encantadas conservan la memoria de quienes las han habitado. A lo largo del tiempo, se han convertido en el escenario de muchas historias de fantasmas, misterios y presencias invisibles. Partiendo de esa idea, la artista Angelika Markul (Szczecin, Polonia, 1983) utiliza el cine para crear un relato donde el pasado y el presente se entrelazan.
Haunted House es, ante todo, un viaje sensorial con forma de cuento. En esta obra, Markul nos sumerge en un mundo habitado por mitos, criaturas fantásticas y emociones intensas, recuperando las asombrosas y a veces aterradoras experiencias de la infancia. Para ello, se adentra en el castillo medieval de Fougeret, considerado el lugar más encantado de Francia, y lo convierte en el escenario de una exploración cinematográfica cargada de misterio y magia.
Así, la película invita al espectador a deambular por pasillos oscuros y habitaciones en penumbra, despertándonos sensaciones conocidas: el miedo a lo que se pueda esconder bajo la cama, la inquietud de unos ojos brillantes que nos observan en la noche, pero también fantasías como el amor repentino por una rana, o la ilusión de encontrar a un conejito perdido y en apuros. Todo ello confecciona un retrato de esa etapa de la vida donde lo real y lo imaginario conviven y se confunden.
El sonido juega un papel fundamental en esta experiencia. La banda sonora, compuesta por Wojciech Puś, incorpora desde una sinfonía de grillos hasta las notas de un piano encantado, interpretado por la propia artista durante el rodaje. Esta música, a medio camino entre lo natural y lo onírico, acentúa esa mezcla de miedo y asombro que define el mundo interior de los niños.
Este proyecto se inscribe en una línea de trabajo que Markul ha venido desarrollando a lo largo de su carrera. Fascinada por los espacios cargados de historia y misterio, ha filmado glaciares derritiéndose en la Patagonia, huellas de dinosaurios en la región australiana de Broome, un monumento sumergido de origen incierto en la isla japonesa de Yonaguni o los restos de Chernóbil, donde la naturaleza ha comenzado a abrirse paso entre las ruinas
En todos estos casos, su práctica artística parte de un profundo deseo de captar imágenes, pero también de esculpirlas, de dar forma a aquello que permanece oculto o invisible. Por eso, junto a la película, se presenta también una serie de esculturas de cera inspiradas en la fauna fantástica que habita el castillo de Fougeret. Estas piezas amplían la experiencia para el visitante y establecen un puente físico entre el universo fílmico y el espacio expositivo.
La exposición Haunted House podrá visitarse del 10 de mayo al 26 de julio en la galería Albarrán Bourdais, y representa una oportunidad única para disfrutar y sumergirse en esta experiencia fantástica que nos propone Angelika Markul.
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