Foto de la rueda de prensa de 'Natura Centrum Est. Campament Oval' en el MNAC. 19 de diciembre de 2025.
La trayectoria de Marcel·lí Antúnez Roca (Moià, 1959) puede leerse como una investigación sostenida sobre los límites del cuerpo, la tecnología y la colectividad. Su obra, difícilmente clasificable en categorías disciplinares cerradas, se articula entorno a tres momentos fundacionales que permiten comprender la complejidad de propuestas recientes como Natura Centrum Est. Campamento Oval, instalación y conjunto de activaciones que ocuparán la Sala Oval del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) en los próximos días.
Un primer momento coincide con su participación en prácticas de creación colectiva vinculadas a la contracultura escénica de finales de los años setenta y ochenta, especialmente como miembro fundador de La Fura dels Baus (1979–1989). En ese contexto, Antúnez se forma en un modelo de producción basado en la fisicidad extrema, la ocupación del espacio público y la disolución de las fronteras entre intérpretes y espectadorxs. La «experiencia furera» no solo marca su relación con el cuerpo y la acción, sino que introduce una lógica de trabajo colaborativo y transgresor que reaparecerá, transformada, a lo largo de toda su carrera.
A partir de los años noventa se abre un segundo período, más cercano a las artes visuales, el vídeo y la investigación tecnológica. Antúnez desarrolla entonces un universo iconoclasta propio, caracterizado por la incorporación de sistemas computacionales y electrónicos aplicados al cuerpo humano. Sus performances mecatrónicas e instalaciones interactivas, en las que conviven robots, prótesis, sensores y software, cristalizan en el concepto de Sistematurgia: un modelo dramatúrgico en el que el cuerpo se convierte en interfaz y la tecnología en extensión orgánica de la acción. Este período consolida su reconocimiento como una figura clave en la intersección entre arte, tecnología y body art.
El tercer momento, más reciente, coincide con la intensificación del capitalismo digital. Frente a un contexto dominado por la hiperconectividad, la automatización y la abstracción tecnológica, Antúnez articula una respuesta crítica que reivindica formas de vida alejadas de esa lógica. Su práctica se orienta progresivamente hacia proyectos colaborativos desarrollados con asociaciones, barrios, colectivos vulnerables y comunidades locales. El énfasis se desplaza del dispositivo tecnológico al vínculo humano, del control algorítmico a la experiencia compartida, del espectáculo a la participación.
Es desde este marco conceptual y vital que debe leerse Natura Centrum Est. Campamento Oval. El proyecto reúne telones, objetos, carteles y estructuras procedentes de acciones, instalaciones y murales creados por el artista con la participación de personas y colectivos diversos desde 2014 hasta la actualidad. Concebidas inicialmente para el espacio público, desfiles de calle y contextos festivos o reivindicativos, estas piezas adquieren en la Sala Oval del MNAC una nueva lectura, marcada por la monumentalidad del espacio y por su inscripción en el relato institucional del museo.
La exposición se articula en torno a diez módulos y a la figura gigante de Vulcà [Volcán], creada para la acción Fargabudell (2014), que organizan centenares de objetos. Entre ellos destacan los telones-párpado y los dibujos monumentales que, a modo de libros pop-up, transforman su apariencia cuando se activan. Estas estructuras funcionan como un «bosque de dibujos», en palabras del propio Antúnez: imágenes que se despliegan y se repliegan, que le permiten contar historias de forma secuencial y oral, «a modo de juglar», evocando formas medievales de transmisión de relatos. Lejos de una narrativa unívoca, estos dibujos construyen historias que se complementan o se contradicen, articulando un relato coral que interpela al público desde múltiples direcciones.
Otro eje fundamental del proyecto es el conjunto de carteles y elementos de propaganda creados por Antúnez. Integrado por esculturas, eslóganes e imágenes pintadas a mano, este corpus funciona simultáneamente como objeto plástico y como herramienta de movilización. La galería de pósters campesinos–dedicados a figuras del ecoactivismo, la agricultura natural, la permacultura o la crítica civilizatoria–configura un archivo afectivo y político que reivindica otros saberes y genealogías silenciadas por la modernidad industrial.
La dimensión participativa es central en Natura Centrum Est. Una serie de activaciones invitará al público a transformar la instalación y dar vida a los telones mediante un desfile lúdico-reivindicativo conducido por el propio Antúnez y el conjunto musical Fail Again Ensemble. Este «desfile grotesco y bello, jubiloso y reivindicativo» convertirá la Sala Oval en un campamento de resistencia y aprendizaje, señalando «la urgencia de revertir la doctrina civilizadora que ha desplazado la naturaleza del centro de nuestra vida común». experiencia y comunidad.
En la presentación del proyecto, el director del MNAC, Pepe Serra, subrayó que la instalación «permite abrir fisuras en la historia del museo», aludiendo a cuestiones como la burguesía, la formación del gusto o los mecanismos de exclusión de la propia institución museística. Serra destacó también que la propuesta implica una «reivindicación de otra manera de vivir» y que en ella «se difumina el concepto de autoría».
De la misma manera, Antúnez insistió en el carácter colaborativo de todas las obras que conforman la instalación, realizadas gracias al diálogo constante con asociaciones, barrios y colectivos diversos. Frente a un arte contemporáneo que, en sus palabras, se ha vuelto «autorreferencial y alejado de la mayoría», Natura Centrum Est se concibe como un «acto de propaganda y de compartir», un gesto de construcción de un relato común. En un contexto de capitalismo digital que «nos está alejando de manera forzada de la naturaleza», el artista reivindica el «artificio del arte» como herramienta para pensar colectivamente el momento histórico que habitamos.
La instalación efímera en la Sala Oval no solo celebra la naturaleza, la comunidad y el arte como experiencias compartidas y utópicas, sino que plantea una pregunta de fondo sobre el papel del museo contemporáneo. Al activar prácticas festivas, rituales y participativas en un espacio emblemático del patrimonio artístico, Natura Centrum Est. Campamento Oval tensiona los límites entre lo institucional y lo popular, entre la conservación y la acción, entre el pasado y la urgencia del presente. En esa fricción se sitúa la potencia crítica de la propuesta: no como ilustración de un discurso ecológico, sino como experiencia vivida que interpela al cuerpo, a la colectividad y a la imaginación política.
Con Natura Centrum Est, el MNAC profundiza en una línea de trabajo que concibe la Sala Oval como un espacio de experimentación museográfica, donde el público deja de ser un receptor pasivo para convertirse en agente de experiencia y reflexión. En diálogo con intervenciones anteriores como Trena de Laia Estruch, From the Center de Eugènia Balcells (quien pudimos entrevistar este verano) o Aeronautica (vol) interior de Francesc Torres, el proyecto explora modos alternativos de activar las obras y de repensar, desde una perspectiva sensible y plural, nuestra relación con el sistema-museo.
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