21 octubre 2025

exibart.es entrevista: Mariella Franzoni, Directora Artística de By Invitation

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By Invitation 2025 presenta 23 proyectos y más de 80 artistas en torno a «Líneas del tiempo», consolidando su propuesta curatorial y el diálogo intergeneracional.

Mariella Franzoni, directora artística de By Invitation, guiando a lxs visitantes en la pasada edición de la feria. Cortesía de By Invitation.

Del 6 al 9 de noviembre, el Círculo Ecuestre de Barcelona–presidido por Enrique Lacalle–vuelve a abrir sus puertas al arte contemporáneo con la sexta edición de By Invitation, un salón que, según la organización, «alcanza su madurez y da un paso decisivo hacia la proyección internacional». Bajo la dirección artística de la Dra. Mariella Franzoni, la cita reúne 23 proyectos expositivos y más de 80 artistas de Europa, América Latina, África y el Caribe, en un formato boutique que privilegia la cercanía, la curaduría y el diálogo entre generaciones.

La edición de 2025 se articula en torno al concepto «Líneas del tiempo», una reflexión sobre cómo el arte conecta épocas, geografías e imaginarios. Este hilo temático atraviesa los tres programas del salón–Palacete, Vértigo y Espuela–, donde se encuentran artistas históricxs y contemporánexs en conversaciones inusuales o «atrevidas»: Joan Hernández Pijuan junto a Violeta Mayoral (PalmaDotze); Teresa Gancedo con Lúa Ribeira (RocíoSantaCruz), Jaume Plensa con Marcel Rubio (Galeria SENDA y LAB 36), o Ana Peters en diálogo con Mariona Berenguer (Marc Domènech). Entre las propuestas internacionales destacan las galerías BKV Fine Art (Milán) y Shazar (Nápoles), así como la presencia de la artista gabonesa Owanto y el uruguayo Yamandú Canosa. Por su parte, el brasileño Pedro Torres, afincado en Barcelona desde hace años, presenta con la Galería Zielinsky su instalación Layers of Time, que será instalada en la gran escalera del Palacete de la calle Balmes.

El diseño expositivo del arquitecto Andrea Isola potencia la relación entre las obras y la arquitectura modernista del edificio, mientras que un programa paralelo de conferencias, encuentros y visitas guiadas refuerza el vínculo entre arte, coleccionismo y comunidad.

En esta sexta edición, By Invitation apunta a consolidar su modelo como plataforma de reflexión entre mercado y práctica artística. Con este horizonte, conversamos con Mariella Franzoni sobre la evolución del proyecto y los desafíos curatoriales de esta nueva etapa.

Vista de By Invitation 2024. © By Invitation.

CAROLINA CIUTI: By Invitation alcanza su sexta edición con un «salto internacional» y una estructura consolidada. ¿Qué dirías que marca la madurez de esta nueva etapa y cómo se diferencia de los primeros años del proyecto?

MARIELLA FRANZONI: Creo que la madurez de By Invitation tiene que ver con una evolución natural del proyecto, en un momento en que muchas ferias están repensando sus modelos. Frente a los grandes formatos blockbuster, By Invitation apuesta por algo más próximo: cuidar las relaciones en el territorio y despertar el interés por el arte dentro de una comunidad más cercana. El formato reducido nos permite acompañar mejor a las galerías y escuchar sus necesidades.

A esto se suma una decisión importante del Círculo Ecuestre: profesionalizar la dirección artística y ejecutiva, un rol que asumí el año pasado. Desde entonces trabajamos con una estructura más clara y ambiciosa, junto al resto del equipo, desarrollando pilares como la curaduría de los proyectos y el diseño expositivo, la programación de encuentros con artistas y un programa de coleccionistas gestionado junto con Ara Agency.

La dimensión internacional también ha llegado de forma natural. El año pasado pusimos en marcha un programa de hospitalidad para coleccionistas–incluidxs internacionales–para que pudieran conocer de cerca las propuestas, lo que generó vínculos reales y atrajo el interés de nuevas galerías. Este año se concreta con la participación de BKV (Milán) y Shazar (Nápoles), dos galerías italianas que llegan con propuestas que dialogan con el contexto local. Más que una estrategia de expansión, ha sido la consecuencia de las redes de confianza que se han ido tejiendo en torno al proyecto desde el año pasado.

CC: El concepto curatorial de esta edición, Líneas del tiempo, propone una reflexión sobre la conexión entre generaciones y geografías. ¿Cómo se traduce esta idea en la experiencia expositiva y en la relación entre lxs artistas participantes?

MF: La idea de Líneas del tiempo nació el año pasado, cuando me di cuenta de que By Invitation había surgido, en parte, para celebrar a los grandes nombres del arte moderno y de posguerra. Mi mirada, en cambio, es más contemporánea, centrada en artistas que trabajan hoy temas y valores distintos a los que suelen estar presentes en el contexto del Círculo Ecuestre. Por eso el tiempo, entendido como algo que entrelaza generaciones, contextos y maneras de ver el mundo, se convirtió en el hilo conductor de esta edición.

En el programa Palacete, que reúne 12 proyectos expositivos, invité a las galerías a pensar en términos de diálogos intergeneracionales. Hay ejemplos muy bonitos, como el que presenta RocíoSantaCruz entre la pintora Teresa Gancedo y la fotógrafa documental Lua Ribeira, o el de Palmadotze entre la pintura de Hernández Pijuan y la práctica conceptual y performativa de Violeta Mayoral: conversaciones que en otro contexto quizás no habrían ocurrido, pero que aquí tienen mucho sentido. También el proyecto de Pedro Torres, con Zelinsky, trabaja directamente sobre la idea del tiempo y dio pie al título de la edición. Su pieza de neón Timelines se instalará suspendida en el hueco de la gran escalera del Palacete de la calle Balmes.

Esta noción atraviesa todo: los montajes, donde artistas de distintas generaciones comparten espacio; la convivencia entre galerías históricas y emergentes; e incluso la manera en que pensamos el coleccionismo, buscando tender puentes entre generaciones. Al final, tanto el arte como el coleccionar son formas de aprendizaje y de transmisión dentro de una comunidad viva.

Vista de By Invitation 2024. © By Invitation.

CC: Bajo tu dirección, la feria ha pasado de ser un evento más vinculado al club privado a consolidarse como un espacio de diálogo curatorial. ¿Cómo se articula ese tránsito entre la exclusividad social del Círculo Ecuestre y la apertura hacia una comunidad artística más amplia?

MF: Es cierto que el Círculo Ecuestre es uno de los clubes más exclusivos de España, pero By Invitation se ha convertido en un espacio de apertura, tanto hacia la ciudad como hacia la comunidad artística en general, con todas sus diversidades, que ya empezaron a hacerse visibles el año pasado. El nombre puede sonar muy selectivo (y, de hecho, nació con esa idea de marcar cierta distinción), pero hoy buscamos redefinir la «invitación» como un gesto de hospitalidad. By Invitation es, de hecho, una de las pocas ferias del mundo con acceso gratuito. Sí, es «por invitación», pero cualquier persona puede registrarse, descargar su pase y entrar al palacete para ver las exposiciones, asistir a los encuentros y conocer directamente a lx artistas.

CC: El formato boutique parece ser una de las claves de identidad de By Invitation. ¿Cómo se equilibra la búsqueda de cercanía y excelencia con el reto de crecer en alcance, visibilidad e impacto institucional?

MF: El formato petit comité tiene que ver con el número de proyectos expositivos invitados a ocupar el palacete, que naturalmente tiene sus limitaciones de espacio. Pero esa condición se ha convertido en una parte esencial de la identidad de By Invitation: un salón que definiría como de escala humana, donde el arte no se presenta en un entorno neutro, sino dentro de un contexto con su propia carga histórica y social, sin esconderse detrás de un muro blanco. Por eso, no se trata de crecer en tamaño, sino en calidad artística, en público y en modos de hacer. El hecho de no tener la presión de expansión que suelen tener las ferias tradicionales, personalmente me parece una gran ventaja. Nos permite centrarnos en profundizar en la curaduría, en el pensamiento y en las conexiones reales con las galerías, lxs artistas, las instituciones y lxs coleccionistas.

CC: Uno de los ejes del programa Palacete es el diálogo intergeneracional, con una fuerte presencia de mujeres artistas. ¿Cómo abordas la cuestión de la representación y la diversidad desde una perspectiva curatorial sin caer en la mera corrección simbólica?

MF: Para mí, la representación no puede ser una cuestión de mera corrección simbólica; tiene que estar ligada al contexto y a las estructuras que la sostienen. En By Invitation ese contexto es también el mercado, que en gran medida determina las decisiones sobre qué artistas se presentan. Sabemos que en las grandes ferias internacionales la presencia de artistas mujeres y personas no binarias rara vez supera el 35%. Por eso, cuando una galería decide apostar por una artista con menos visibilidad o con precios más bajos–como sigue ocurriendo todavía con muchas mujeres o artistas de género fluido respecto a sus pares masculinos–, está haciendo un gesto con un valor simbólico y estructural que también influye en la manera en que se reescribe la historia del arte.

Sentía que, en este marco y con esta historia–la del Círculo Ecuestre y la de la feria misma, tradicionalmente enfocada en los grandes maestros–, esta conciencia debía estar presente. Cuando trabajamos como curadoras en contextos de consenso–como museos o centros de arte donde los valores están más alineados–, estos debates suelen darse por asumidos. Pero en el contexto del mercado, ese consenso no siempre existe, y precisamente por eso las decisiones curatoriales pueden tener un impacto real, porque desafían las inercias desde dentro.

En este sentido, galerías como la de Marc Domènech han sido fundamentales, presentando el año pasado un proyecto íntegramente dedicado a cinco artistas mujeres de distintas generaciones, y este año apostando por el diálogo entre la histórica Ana Peters y la joven Mariona Berenguer, en torno a lo abstracto como lenguaje pictórico y plástico. Este año se han sumado muchos más proyectos con esta misma conciencia, un esfuerzo que nos permite decir que casi el 50% de los y las artistas de By Invitation 2025, en las secciones Palacete y Vértigo, son mujeres o personas no binarias.

Foto de la artista Marina Vargas en By Invitation 2024, de la mano de la galería Fernando Pradilla. © By Invitation.

CC: Hablando ahora del espacio arquitectónico, el de By Invitation no es un mero contenedor: la sede del Círculo Ecuestre influye en la narrativa expositiva. ¿De qué manera dialogan las obras con la arquitectura modernista del palacete y cómo condiciona eso la curaduría?

MF: A nivel de montaje, el trabajo ha consistido en crear estructuras efímeras que dialogan con la arquitectura existente más que imponerse sobre ella. Gracias a la colaboración con el arquitecto Andrea Isola, se han diseñado paneles modulares que funcionan como una extensión de las paredes existentes, integrándose con sus materiales y proporciones. En otros casos, hemos aprovechado muebles y librerías originales del palacete para presentar obras en formato cabinet, generando un diálogo contextual entre las piezas y el entorno. Cuando es posible, son los propios artistas quienes instalan sus obras en los salones o bibliotecas, creando conexiones de sentido inesperadas. Algunos proyectos son incluso site-specific, como el de Galería Senda y Lab 36, donde el artista Marcel Rubio ha creado una serie de pinturas ex profeso inspiradas en la atmósfera mística y los motivos japoneses del salón que acogerá la muestra.

Pienso que la arquitectura no está presente solo como marco físico, sino también como sistema simbólico e histórico. By Invitation no ofrece un «cubo blanco» que neutraliza la identidad del lugar, sino un espacio que la revela y la pone en evidencia, con toda su carga social, histórica y estética. Por eso el giro hacia el arte contemporáneo adquiere aquí un valor especial: lo contemporáneo funciona como un dispositivo de contraste y tensión estética y simbólica frente a una arquitectura marcada por otra época y otro sistema de valores.

CC: La feria mantiene un Programa de Coleccionistas y una fuerte apuesta por el mecenazgo. En un contexto donde la relación entre arte y capital es cada vez más tensa, ¿cómo entiendes el papel del coleccionismo contemporáneo y su responsabilidad cultural?

MF: En los últimos años, mi trabajo curatorial en contextos de galerías y ferias me ha llevado a desmitificar el coleccionismo y a verlo como un conjunto de diferentes culturas del coleccionar y del mecenazgo, reconociendo cuáles son realmente constructivas para el sistema del arte. Me interesa mucho pensar la economía del arte y cómo imaginar formas de sostenibilidad distintas para lxs artistas, que les permitan sostener sus prácticas y crecer; sin embargo, los recursos alternativos al mercado siguen siendo escasos.

Por eso entiendo los contextos curatoriales como espacios de intercambio y aprendizaje, donde también tienen cabida lxs coleccionistas: espacios en los que pueden aportar valor, reflexionar sobre prácticas más éticas y conscientes dentro del coleccionismo y aprender a reconocer el trabajo de galeristas y curadorxs como guías y acompañantes en sus recorridos.

Me gusta pensar el arte en términos de ecosistema: hacer visible que los coleccionistas forman parte de él, reconociendo su papel sin idealizarlo. En el fondo, los verdaderos héroes del arte no son quienes compran, sino quienes sostienen sus prácticas con coherencia y compromiso, incluso cuando eso implica renunciar a cierta comodidad económica.

Paseo por By Invitation 2024 a la presencia de Enrique Lacalle (Presidente del Círculo Ecuestre), Maria Eugènia Gay, Marko Daniel, Josep Maria Carreté, Isabel Estany. © By Invitation.

CC: En paralelo a tu trabajo en By Invitation, comisarias desde hace años la sección Tomorrows/Today en Cape Town Art Fair, dedicada a las nuevas voces del arte contemporáneo africano e internacional. ¿Qué diálogos o contrastes encuentras entre esa experiencia y tu labor en Barcelona? ¿En qué medida ambas plataformas comparten–o divergen–en su manera de entender el futuro del arte y el papel del comisariado?

MF: Definitivamente, los dos contextos son muy distintos. El contexto artístico de Sudáfrica y Tomorrows/Today son, de alguna forma, el entorno en el que más naturalmente me identifico: una plataforma dedicada a artistas emergentes, un espacio de diálogo entre creadores del continente africano y de otras geografías–Europa, América Latina, Estados Unidos o Asia–. Es un entorno muy estimulante, donde el comisariado tiene un papel clave de acompañamiento y mediación cultural, algo que valoro profundamente.

Aceptar el reto de dirigir By Invitation fue una oportunidad para ampliar esa mirada y entender la feria como un ecosistema más complejo, donde lo curatorial se cruza con la gestión, la mediación institucional y el desarrollo del mercado. Está siendo una aventura, y el hecho de celebrar ahora mi segunda edición como directora artística confirma que es un camino que vale la pena recorrer.

Poco a poco, siento que esos dos universos–tan distintos–empiezan a conectarse. Siempre intento tender puentes entre ellos: hace dos años invité a Tomorrows/Today a la artista barcelonesa Rita Sala, que también participa en By Invitation, y este año estoy haciendo lo mismo con Andrea Dávila Rubio, de la galería gallega Néboa. A la vez, una gran artista que conocí en Sudáfrica, la gabonesa Owanto, llega ahora a By Invitation de la mano de Reiners Contemporary Art, algo que me emociona especialmente. Son gestos pequeños, pero muy significativos, porque tejen un hilo real entre escenas que normalmente viven en paralelo.
De algún modo, yo misma me convierto en ese punto de conexión, y esa experiencia transforma el camino de todos los que participamos en él.

CC: Finalmente, después de esta edición, ¿hacia dónde imaginas que debería evolucionar By Invitation?

MF: El potencial está en consolidarse como un espacio donde se piensen y se vivan otras formas de relación entre mercado y comunidad artística. Eso sí, me gustaría que la feria siguiera evolucionando hacia un proyecto vivo durante todo el año, con actividades que mantengan la conversación entre artistas, galeristas y público más allá de los días del evento.

Vista de By Invitation 2024. © By Invitation.
Vista de By Invitation 2024. © By Invitation.
Carolina Ciuti

Sobre el autor

Carolina Ciuti (Pistoia, 1990) es comisaria de arte contemporáneo. Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Florencia y con un máster en Arte Contemporáneo por el Sotheby’s Institute of Art de Londres, desde 2021 dirige la revista digital exibart.es. Fue Directora Artística del festival LOOP Barcelona (2017–2022), donde también trabajó como comisaria desde 2015, produciendo y comisariando exposiciones y eventos con artistas como Regina De Miguel, Basim Magdy, Agnes Meyer-Brandis y Aleksandra Mir, entre otrxs. Ha comisariado proyectos en instituciones como Fundació Suñol, MACBA, Museu Tàpies, KBr Centro de Fotografía de Fundación MAPFRE (Barcelona), FIAC (París) y Westbund Art & Design (Shanghái), entre otras. Es editora de las publicaciones Before the Name (RAM Editions, 2018) y I Have A Friend Who Knows Someone Who Bought a Video, Once (Mousse Publishing, 2016).