19 diciembre 2022

El CAC Málaga presenta una visión retrospectiva de la obra de Miquel Navarro

de

Un recurrido a través de la a realidad y la imaginación sensual de uno de los escultores más destacados del siglo XX.

Miquel Navarro, 'Dominio y sueño', 2022-2023. Fuente: página oficial de CAC Málaga.

Dominio y sueño es el título de la nueva muestra acogida en El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga y comisariada por Fernando Francés, que ofrece un recorrido por casi cuarenta años de la obra de Miquel Navarro (Mislata, España, 1945). La exposición, empezada el 16 de diciembre, se alargará hasta el 5 de marzo de 2023.

La muestra se desarrolla alrededor de un motivo recurrente en la creación del artista valenciano: la ciudad. En particular, se presentarán casi 40 obras, entre las cuales, esculturas de diferentes formatos y materiales, serigrafías sobre lienzos y acuarelas realizadas desde 1984, hasta la actualidad.

El título de la exposición refleja dos valores cardinales en la obra del artista, respectivamente el poder, el dominio y por otro lado el elemento fantástico y surrealista, una línea entre realidad e imaginación particularmente borrosa, como explica Lola Durán en el texto del catálogo de la muestra.

Vista de la exposición ‘Dominio y sueño’ de Miquel Navarro, 2022-2023 en el CAC Málaga. Fuente: Radio Marca Málaga.

Miquel Navarro es considerado uno de los escultores más importantes de la generación de los 70, o sea aquella generación que tiene en Julio González, Brancusi  o De Chirico sus referentes y cuyos ámbitos de investigación no se limitan a la escultura – inclusa la monumental en espacios públicos – sino que abarcan también otros lenguajes como la pintura, el dibujo, la fotografía y el video.

En el trabajo del artista se nota el diálogo íntimo con su biografía y sus recuerdos de infancia. En su particular estilo – mezcla de escultura y arquitectura – se refleja la experiencia vivida en Mislata, su ciudad natal en la que sigue viviendo y trabajando, caracterizada por amplias tierras de cultivo y pequeños núcleos industriales. Es precisamente la tierra, concebida como cuna de la humanidad, que se refleja en el material utilizado en Ciudad 73-74, una de sus primeras obras completamente realizada en arcilla. Solo posteriormente Navarro introduce elementos más cercanos a la modernidad de las nuevas ciudades como el zinc, el hierro y el aluminio.

El concepto de dominio se manifiesta, en sus obras, a través de elementos verticales como torres, que representan elementos fálicos o tótems, o sea, símbolos de poder y al mismo tiempo de la sensualidad que florece en sus creaciones. A pesar de que su obra sea profundamente sexual y exótica, el sexo siempre es entendido por Navarro como motor para alimentar la creatividad y la trascendencia.