Hoy, en el atrium del Museu d’Art Contemporani de Barcelona – MACBA, se ha presentado a la prensa Una fulla en lloc de l’ull [Una hoja en lugar del ojo] del artista catalán Daniel Steegmann Mangrané (Barcelona, 1977); su primera muestra individual en la institución y la primera retrospectiva dedicada al autor cuya práctica busca mediar la complejidad de nuestra relación a menudo contenciosa y abusiva con la naturaleza. La retrospectiva cuenta con el comisariado de Hiuwai Chu —jefa de exposiciones del MACBA— y João Laia —curador principal de exposiciones del museo de arte contemporáneo Kiasma, en Helsinki; institución que ha respaldado la producción de la exposición.
El título remite al libro de artista A Leaf Shapes the Eye, que al igual que la retrospectiva, recorre 25 años de trabajo de Steegmann Mangrané. Su práctica indaga en cuestiones biológicas que conciernen discursos antropológicos que luego encauza en sus obras inmersivas confundiendo las tradicionales separaciones entre naturaleza y cultura, sujetos y objetos, realidad y sueño, disolviendo estos aparentes opuestos en relaciones de mutua transformación.
Esta mañana, el artista ha relatado al público su relación con la biología; su interés principal durante toda su vida. En lugar de dedicarse a ese sector, decidió usar la biología como fundamento en su práctica artística. A pesar de no ser biólogo, «esta llamada de la naturaleza es una cosa que nunca me ha abandonado. Ha podido fermentar y formar parte de mi práctica artística.»
En cuanto al diálogo que la exposición tiene con el público y el espacio, el artista comenta que «la relación entre el exterior e interior del Museu es fundamental. De hecho, es importante no solo lo que sucede en las salas sino lo que sucede cuando salgamos del museo y nos encontramos con la realidad otra vez. Me interesa cómo nuestra visión, experiencia y entendimiento de la realidad se transforman a partir de lo que se experimenta en las instituciones. El arte por suerte tiene la capacidad de reconfigurar nuestra relación con la realidad.»
Claramente la muestra hace una reivindicación ecológica situándose en el colapso del mundo natural y las actitudes neocoloniales y extractivistas ya que confronta el acto de «maltratar la naturaleza y entenderla como un trasfondo para nuestros pensamientos y acciones o peor aún la extracción; proceso en el cual llevamos los materiales nos interesa y el resto lo consideramos desechable.»
En cuanto al contenido, Hiuwai Chu comparte que «la muestra es una retrospectiva que recorre 25 años de trabajo. Cuenta con unas 30 obras que profundizan en las temáticas más prevalentes en su práctica artística e intereses que se encuentran en la intersección entre la biología, ecología y las relaciones complejas que tenemos entre todo habitante del planeta, animados o no animados. También nos invita a repensar nuestra relación con la naturaleza y el entorno de manera más holística, rompiendo con los dualismos que han llevado al pensamiento colonial. Además, nos aporta una mirada no antropocéntrica que da espacio y agencia a todos los elementos de nuestro entorno.»
Buena parte de las obras presentes en la muestra hallan su inspiración en la naturaleza brasileña, puesto que el artista lleva veinte años trabajando en dicho país, y busca destacar las diferencias entre la influencia del neoconcretismo y toda la relación del arte que aconteció en los sesenta/setenta con la fenomenología. La geometría, un concepto que trabaja incluso en elementos orgánicos, está muy presente en sus obras, así como la poesía, que impregna su pensamiento y su producción y que tiene un papel muy destacado en sus raíces y formación.
Elvira Dyangani Ose, directora del MACBA quien también estuvo presente en la rueda de prensa, habló sobre los comienzos del proyecto: «Sabíamos que teníamos que pensar más allá de los paradigmas convencionales como el entendimiento que el ser humano está por encima de la naturaleza e incluso por otros seres humanos. Esto ha conllevado a ciertas repeticiones de los mismos errores que nos han llevado a esta crisis medioambiental, social y ecológica. Esta cuestión y abordaje multiespecie, vinculada a la percepción de un mundo en el que todo los organismos tienen su importancia sin ninguna especie de jerarquía, es clave a la obra de Daniel y otrxs que conforman la programación del MACBA.»
Se podrá ver la muestra hasta el 20 de mayo de 2024.
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