21 abril 2022

Ucrania reivindica los principios de libertad e independencia en una Bienal sin Rusia

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En la rueda de prensa dedicada a la presentación del Pabellón 'Fountain of Exhaustion: Acqua Alta', Ucrania afirmó la importancia de defender el arte y la cultura.

Pavlo Makov delante de Fountain of Exhuastion, Acqua Alta en el Pabellón de Ucrania en la Bienal de Venecia. Foto de Vincenzo Pinto, AFP.

«Antes del 24 de febrero de este año, la idea de ‘agotamiento’ solo constituía una alerta para la población de Ucrania. Ahora ya es una condición». Pavlo Makov, artista encargado de representar a Ucrania en la 59ª Bienal de Venecia, abrió así la rueda de prensa de Fountain of Exhaustion, Acqua Alta, propuesta nacional presentada en el Arsenale. 

Hace unos días, el artista estaba reacio a dejar Kharkiv, pero después de dormir en un refugio antiaéreo durante una semana, decidió que tenía que viajar a Venecia: «Rusia quiere cancelar nuestro país y la cultura ucraniana. Pero sin cultura no hay futuro y no vale la pena luchar», continuó parafraseando una declaración del Primer Ministro inglés Winston Churchill. «Así que estoy aquí para representar a Ucrania como ciudadano, antes que como artista». 

Como explicamos aquí, La fuente del agotamiento de Makov es una pirámide de 78 embudos de bronce colgados en la pared, a través de los cuales fluye el agua. La idea original para la instalación surgió en 1995, cuando, debido a graves inundaciones, la ciudad de Kharkiv se quedó sin suministros durante varias semanas. En la pieza, el agua que gotea ruidosamente cuestiona la idea de poder, orden y autoridad y apunta al agotamiento del modelo imperial.

Cartel de Pabellón de Ucrania en la Bienal de Venecia.

Cuando la Federación Rusa empezó a invadir Ucrania el 24 de febrero de este año, la comisaria del pabellón junto a Lizaveta German y Borys Filonenko y co-fundadora de la galería ucraniana The Naked Room, Maria Lanko –que en aquel entonces se encontraba en Kiev– cargó los 78 embudos en el maletero de su coche para huir del país. Pudo llegar a la frontera solo una semana después, ya que la mayoría de las carreteras principales habían sido bombardeadas y las secundarias estaban siendo atacadas. Una vez llegada a Italia, en Milán encontró a una empresa que pudo volver a fabricar las partes de la pieza que no se había podido llevar. La realización de la instalación que vemos hoy en el Pabellón de Ucrania en el Arsenale fue posible gracias al apoyo y la implicación de la misma Bienal de Venecia y de muchos «pabellones amigos» e instituciones, que quisieron aportar su contribución. Entre ellos, la embajada de Lituania, y los pabellones de Dinamarca, Finlandia y Estonia. 

Interrogado por la prensa sobre la posibilidad de un diálogo con el equipo del Pabellón de la Federación Rusa (que permanece cerrado desde finales de febrero), Pavlo Makov fue muy tajante: «el único diálogo posible es en el frente de combate. Hasta que siga esta guerra, ningún encuentro es probable. (…) Hay un problema de fondo: la cultura rusa se basa en los principios de poder y dominación; la ucraniana en los de libertad e independencia». 

En la rueda de prensa intervino también Borys Filonenko, quien –entre otras cosas– contestó a la pregunta sobre el futuro del pabellón de la Federación Rusa, proponiendo de dejarlo cerrado indefinidamente o de utilizarlo para repensar las prácticas coloniales e imperialistas del país a través de intervenciones artísticas. Ilya Zabolotnyi, co-fundador del Ukranian Emergency Art Fund, recordó después que ya hacían 56 días desde el inicio de la guerra y que la resistencia del país a la invasión pasaba también por preservar el arte y la cultura. 

Estudios de artista destruidos en Kiev, capital de Ucrania. Fuente: https://ueaf.moca.org.ua/

En ocasión de la Bienal se presenta también Piazza Ucraina, un espacio en la entrada de Giardini decorado con sacos de arena simulando los que se utilizan en los conflictos para proteger a la población de las bombas. Como explicó el equipo de la Bienal «el objetivo es dar voz a los artistas y a la comunidad artística de Ucrania, así como de otros países, en solidaridad con el pueblo ucraniano tras la brutal invasión del Gobierno ruso y crear un espacio de debate, conversación y apoyo a la cultura del país invadido por el Ejército ruso».

Carolina Ciuti

Sobre el autor

Carolina Ciuti (Pistoia, 1990) es comisaria de arte contemporáneo e investigadora en el campo de las artes visuales y escénicas. Es Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Florencia (2009-2012) y ha cursado un Master en Arte Contemporáneo en el Sotheby’s Institute of Art de Londres (2013-2015). Desde septiembre de 2021 es Directora de la revista digital exibart.es. Entre septiembre de 2016 y diciembre de 2022 fue Directora Artística del Festival de videocreación LOOP Barcelona, donde empezó a trabajar como comisaria en 2015. En LOOP, produjo exposiciones, ciclos de cine y performances de artistas internacionalmente reconocidxs como: Regina De Miguel, Agnes Meyer-Brandis, Aleksandra Mir, Steina & Woody Vasulka, Anton Vidokle y Adriana Vila Guevara. Ciuti ha comisariado exposiciones, programas de performances y proyecciones en instituciones o manifestaciones como: Spazio Volta (Bergamo, Italia); Westbund Art & Design (Shanghái); Filmoteca de Catalunya, Fabra i Coats-Centre d’Art Contemporani de Barcelona, MACBA-Museu d’Art Contemporani de Barcelona, Real Círculo Artístico (Barcelona); FIAC (París), entre otros. Ha editado las publicaciones Before the Name: A Book on an Itinerant Performance Project (RAM Editions, 2018) y I Have A Friend Who Knows Someone Who Bought a Video, Once (Mousse Publishing, 2016). Es además colaboradora estable de la revista de cultura contemporánea La Maleta de Portbou y coordinadora del proyecto fotográfico KBr Flama de la Fundación MAPFRE. Entre 2017 y 2021 ha sido parte de CRiB, colectivo artístico con el cual se dedicaba a crear proyectos híbridos entre las artes visuales, el teatro y la performance. Ya sea a través de la escritura, el comisariado o la investigación, todos sus proyectos denotan un profundo interés por la noción del ‘tiempo’ en todas sus facetas.