31 diciembre 2021

“No a la colección nazi»: Miriam Cahn retira sus obras de la Kunsthaus de Zúrich

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Kunsthaus Zürich. Fuente: exibart.com

La Kunsthaus de Zúrich anuncia la adquisición de las obras de la colección Bührle, requisadas durante la Segunda Guerra Mundial: y a la artista Miriam Cahn no le va. 

«Ya no quiero ser representada por este museo». Miriam Cahn (Basilea, 1949) se expresa sin rodeos: la artista suiza, conocida por su compromiso con la causa feminista, envió una carta a la Kunsthaus de Zúrich, en la que anunciaba que quería retirar sus obras, tras la decisión de la Institución de exponer la Colección Bührle. La carta fue publicada luego en el periódico judío Tachles.

Oficial de caballería en el ejército de los Habsburgo durante la Primera Guerra Mundial, el suizo Emil Georg Bührle hizo su fortuna como fabricante de armas. Durante la Segunda Guerra Mundial, Bührle se convirtió en el hombre más rico de Suiza gracias al suministro de armas para la Alemania nazi. Las primeras adquisiciones de arte de Bührle remontan a la década de 1920, pero fue a finales de los años 1930 que el empresario empezó a construir su colección gracias a condiciones financieras más favorables. Según el American Office of Strategic Services Art Looting Investigation Unit, durante el nazismo Bührle fue un importante comprador de obras de arte saqueadas de las propiedades judías confiscadas y adquiridas por Hans Wendland y Theodor Fischer. Fue este último, en 1939, quien actuó como subastador de la infame exposición de «Arte Degenerado” (Entartete Kunst), con obras sacadas de distintos museos alemanes por la dictadura nazi.

La colección incluye esculturas medievales, obras de viejos maestros y pinturas impresionistas francesas, incluidas piezas de Paul Cézanne, Edgar Degas, Paul Gauguin, Édouard Manet, Claude Monet, Camille Pissarro, Pierre-Auguste Renoir, Georges Seurat, Alfred Sisley, Henri de Toulouse-Lautrec, Vincent van Gogh. Actualmente, la colección se encuentra en la Fundación EG Bührle, un museo ubicado en una villa adyacente a la antigua casa de Bührle.

Muchas de las obras que Bührle adquirió mientras los alemanes ocupaban París fueron devueltas posteriormente a sus legítimos propietarios, una vez que los jueces decretaron su procedencia. Sin embargo la colección aún permanece llena de obras dudosas. Pese a ello, en 2012 la Kunsthaus de Zúrich planificó su adquisición, mediante un contrato de préstamo ratificado oficialmente el 17 de diciembre de 2021. Para echar más leña al fuego, las declaraciones del presidente de la Colección, Alexander Jolles, que minimizó las persecuciones sufridas por los judíos en Suiza, lanzándose a un paralelismo histórico cuestionable: «Durante la Segunda Guerra Mundial Suiza empujó a los refugiados a sus fronteras, tanto judíos como otros, y es lo que pasa hoy en todos los Estados de Europa, en tiempos de prosperidad y paz.”

Artista internacionalmente celebrada, con obras en las más prestigiosas instituciones colecciones del mundo –incluido el Museum of Modern Art de Nueva York, la Tate Modern de Londres y el Museo de Arte Moderno de Varsovia–, Cahn ha manifestado su deseo de retirar sus piezas de la Kunsthaus, incluso a costa de re-comprarlas en el museo suizo. 

En un momento en el que las colecciones y las relaciones de los museos están en el centro de un acalorado debate internacional –como otros casos de filantropía tóxica destapados por artistas como Nan Goldin y Michael Rakowitz–, la decisión de la Kunsthaus de Zúrich parece ir contra corriente. Una decisión anacrónica y retrógrada. Además, no es la primera vez que Cahn retira sus obras como protesta. En 1982, decidió retirar sus cuadros de la Documenta 7, tras el maltrato del entonces director artístico, Rudi Fuchs. 

Mario Francesco Simeone

Sobre el autor

Licenciado en Historia del Arte por la Università degli Studi di Napoli Federico II, es miembro del Orden Nacional de Periodistas desde 2015. Ha colaborado con varios periódicos, diarios generalistas y revistas culturales nacionales. Es redactor jefe de exibart Italia y colabora habitualmente con el periódico Il Manifesto. Ha realizado proyectos de curaduría y actividad relacionada con gabinetes de prensa en la organización de exposiciones de arte moderno y contemporáneo, en colaboración con organismos privados e instituciones públicas, como el Polo Museale della Campania, la Università degli Studi di Napoli Federico II y el Instituto Garuzzo de Arti Visive.
Ha estado involucrado en la enseñanza y la formación relacionadas con proyectos desarrollados por la Associazione Progetto Museo, el Complejo de Museos de Campania, la Università degli Studi di Napoli Federico II y la Università degli Studi della Campania Luigi Vanvitelli. Ha ganado varios premios en el campo de la ficción de relato corto y, desde 2015, está a cargo de las actividades del laboratorio artístico GTT – Giusto il Tempo di un Tè.