19 julio 2023

exibart.es destaca: ‘Illuminations,’ un comisariado de Natalia González Martín para Steve Turner (Los Ángeles)

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La muestra colectiva entrelaza voces procedentes del Reino Unido y España, entro otros lugares, y especula sobre un posible enlace entre la Edad Media y la actualidad.

Vista de 'Illuminations,' 2023. Cortesía de la comisaria.

Illuminations se trata de un fascinante ensayo expositivo que propone una nueva mirada a las semejanzas semióticas, estéticas, circunstanciales y fenomenológicas entre la Edad Media y la actualidad. Acogido por la prestigiosa plataforma comercial de Los Ángeles, Steve Turner, es un comisariado de la mano de Natalia González Martín, artista madrileña afincada en Londres quien presenta en esta instancia su mayor esfuerzo curatorial hasta la fecha. Tuve el gran placer de asistir a la inauguración durante mi estancia en Los Ángeles, donde pude conocer a la comisaria y aproximarme más a la exposición mediante una breve conversación que mantuvimos la semana pasada.

Reúne una serie de obras de Ariane Hughes (Ibadan, Nigeria, 1995), Jesse Pollock (Gillingham, Reino Unido, 1993), Tuesday Riddell (Newcastle Upon Tyne, Reino Unido, 1992), Jakob Rowlinson (Norwich, Reino Unido, 1990), Nina Silverberg (Roma, 1994), Becky Tucker (Lancashire, 1996), Rosa-Johan Uddoh (Croydon, 1993) y lxs españolxs Marina Iglesias (Puerto Real, Cádiz, 1991), Los Bravu (Dea Gómez/Salamanca, 1989 y Diego Omil/Pontevedra, 1988) y la misma González Martín (Montejo de la Sierra, 1995).

La exposición nace de una investigación empírica y heurística que fue detonada cuando González Martín visitó la National Gallery de Londres. Tal y como relata en su texto que acompaña a la exposición, la misma visita desveló en ella una nueva serie de observaciones: «Un autobús llevaba un anuncio de una nueva serie de televisión con dragones. El escaparate del quiosco estaba cubierto con la imagen de una cantante que anunciaba su embarazo con una imagen que la hacía parecer una Madonna. Pasó un joven vestido con una cota de malla. En las redes sociales, observé textos confesionales que me recordaban a San Agustín. ¡La Edad Media había regresado!»

Vista de ‘Illuminations,’ 2023. Cortesía de la comisaria.

Efectivamente, la selección de obras subraya unos motifs medievales híperpresentes en nuestra actualidad. Santxs, manuscritos iluminados, magos, cisnes celestiales, ogros, halcones antropomórficos, escenas bucólicas y pastorales (y a la vez surrealistas) y máscaras siniestras son algunos de los personajes y recursos visuales presentes en la muestra colectiva. Dado el enfoque y la manera de investigar el fenómeno, lo conecté con la apofenia; la capacidad de percibir conexiones entre cosas que no tienen ninguna relación. Aunque pueda parecer una manera de criticar el abordaje a la temática, la apofenia me interesa desde un punto de vista posicional y circunstancial. Es decir, la sucesión de cosas que vemos —su orden y posicionalidad— influyen altamente en cómo montamos relatos y hacemos conexiones. Cómo las ideas y las conclusiones se pueden formar azarosamente a causa de un fenómeno que procede otro fenómeno; los signos, iconos, iconografías, gestos y apariencias que nos rodean…

En palabras de la comisaria, respondió que «todas las conexiones son erróneas de algún modo. El neoclasicismo no tiene nada que ver con la sensibilidad del mundo clásico original, por ejemplo, y se limita a imitarlo estéticamente. El cerebro humano está continuamente haciendo conexiones. Ninguna es real ya que ocurren en nuestra cabeza, y por tanto están condicionadas por el fallo contemporáneo. ¡Pero eso se aplica a todas las ideas que hemos formado y que vayamos a formar!»

Vista de ‘Illuminations,’ 2023. Cortesía de la comisaria.

Otro aspecto mencionado en el mismo texto fue el hecho de que todxs lxs artistas comparten el hecho de mirar a la belleza del pasado para influir en sus obras producidas en el presente; una frase que me intrigó puesto que las campañas neofascistas que arrasan en el Occidente usan una terminología levemente parecida. Un «Make _____ Great Again» que remite a un pasado borroso supuestamente mejor de cualquier nación para aplicar a un presente que se decanta por libertades más igualitarias para realidades y colectivos oprimidos. En el caso de esta exposición, no es tan simple. Y, efectivamente, la referencia es vague. «¿A qué pasado te refieres?,» me lanza la comisaria. Yo misma me lo pregunto. ¿A qué pasado se refieren los grupos retrógrados cuando buscan «volver» a una época repleta de contradicciones anticuadas, hegemonías de poder, reservas de economías, sentimientos moralistas y reducciones dicotómicas?

Pero quise entender mejor el aparente sentimentalismo y nostalgia aplicados a la Edad Media. «El aprendizaje siempre mira al pasado, ¡no se puede enseñar a base de supersticiones sobre el futuro! Esos sentimientos de incomodidad hacia el pasado como algo uniforme forman parte de la visión moral binaria del mundo actual que no se aplica a la complejidad real de este. No comparto la idea de que el pasado pertenezca a un grupo político actual o a otro,» afirma González Martín.

Es un sentimiento muy importante a tener en cuenta: ¿quién gobierna el pasado que se cuenta como pasado único e historicista? Hay una polifonía de pasados y realidades que hay que recuperar. Por ejemplo, los collages inmaculados de Rosa-Johan Uddoh que recuperan algunas representaciones de cuerpos africanos o afro-descendientes de la pintura clásica para darles un protagonismo que les fue negado. Uddoh insiste que ha habido una cierta representación de cuerpos diversos a pesar de la hegemonía claramente favoreciendo a cuerpos occidentales. Depende de la escala y la lente con las cuales los miramos en el presente.

Obra de Rosa-Johan Uddoh. Cortesía de la comisaria.

Otro ejemplo de una revisión de roles y visibilidad sería la de Jakob Rowlinson cuya obra reivindica cómo se ha entendido la masculinidad a lo largo de la historia estética. Encauza la simbología medieval en sus máscaras que cuestionan lo oculto en la gestualidad facial. Los adornos fecundos y exageraciones de los rasgos sugieren una sexualidad oprimida, o enmascarada, pero irónicamente flamante y floral; se puede decir lo mismo sobre el vestuario burgués ‘masculino’ de la Edad Media. Juega con nuestro sentido de historicidad, la presencia de voces queer en la historia visual y las maneras de rescatar dichas realidades.

Obra de Jakob Rowlinson. Cortesía de la comisaria.

Son ejemplos que vienen a ser revisiones del pasado, y no una celebración lánguida del mismo. Un último aspecto que destaca en el discurso de la muestra es la referencia a iconografías e ideologías judeo-cristianas que pueden representar, para algunxs, nociones de opresión y colonialidad. Le pregunto si la atmósfera en general de la exposición es crítica hacia estos sentimientos.

Contesta que «el término Judeo-Cristiano es uno que nació en Estado Unidos en el siglo XX, este se convirtió en una herramienta muy útil durante la Guerra Fría para diferenciar los ideales estadounidenses de los de sus enemigos comunistas. Al utilizar ese término, se reduce el rico y variado pasado de los siglos V al XV a dos religiones. Me da pena cómo negamos el variado pasado europeo borrando historia. Voy a centrarme en el ejemplo de España. Al utilizar estos términos de invención estadounidense que tienden al reductivismo, se borran siete siglos de convergencia religiosa entre cristianos musulmanes y judíos.»

Vista de ‘Illuminations,’ 2023. Cortesía de la comisaria.

Continúa: «En la frontera entre los reinos cristianos y árabes, ahora Soria, se encuentra una iglesia (la llamamos iglesia pero sus características rechazan cualquier tipo de descripción), San Baudelio de Berlanga. Ahora saqueada, puedes encontrar parte de sus frescos en el Prado y, algo más lejos, en los Cloisters del Metropolitan Museum of Art en Nueva York. Es difícil saberlo con exactitud por falta de documentos —el pasado no es blanco o negro— pero los elementos de la estructura dan a entender que en este lugar convergían tres religiones, que intercambiaban el espacio para su oración. Otro ejemplo, de los cientos que hay, que demuestra este crisol cultural que fue Europa son, por ejemplo, las Biblias Hebreas, muchas veces ilustradas por manos musulmanas y cristianas.»

Para concordar con la comisaria, se trataría de reductivismo acusar a todo pasado de ser retrógrado, segregado y opresivo. Sin negar la falta de libertades para personas mujeres y LGBTQAI+ en los siglos V y XV, las Cruzadas Cristianas de las Edad Media que buscaron reducir el dominio islámico en el Oriente Próximo mediante acciones bélicas y otros ejemplos de violencia cometida en el nombre de todas las religiones de nuestro planeta, hay otros hechos a reivindicar. Y sería conservador no hacerlo. Para citar nuevamente al texto de la comisaria: ella, tras una investigación más profunda en el tema, observó «que la gente comparaba las oleadas migratorias actuales con el fenómeno Völkerwanderung que tuvo lugar entre los siglos V y VIII. Otros sugirieron que nuestro sistema económico actual era un regreso al feudalismo. La Enciclopedia Británica describe la Edad Media como un período confuso y contradictorio, cuando la sociedad intentaba estructurarse políticamente sobre una base espiritual. A mí me suena como el presente.»

La exposición se alarga hasta el 5 de agosto de 2023.

Gabriel Virgilio Luciani

Sobre el autor

La esfera de investigación llevada a cabo por la comisaria Gabriel Virgilio Luciani (Atlanta, 1995) se encuentra en una intersección gaseosa entre la poesía, las neocorporeidades, la teoría queer, la magia y la afectividad objetual. Estas esferas de investigación las ha ido explorando mediante exposiciones formales, publicaciones e intervenciones poéticas en los últimos seis años, y muchas de las cuales realizadas mientras cursaba el Grado de Artes y Diseño en la Escola Massana. Entre los años 2016-2019, la mayor parte de su práctica curatorial la llevó a cabo ejerciendo de comisaria en el espacio autogestionado de referencia, La Cera 13, fundado por artistas jóvenes que moldearon un laboratorio altamente experimental y radical en el Raval. En 2020, acabó su Máster en Comisariado de Artes Digitales en la Universitat Ramon Llull, durante el cual trabajaba para el director de la galería Dilalica. En 2019-2020, hizo de residente curatorial junto con Margot Cuevas a Tangent Projects en L’Hospitalet de Llobregat que concluyó con el comisariado de una exposición colectiva en el espacio expositivo en octubre 2020. A lo largo los últimos seis años, sus exposiciones han sido incluidas en varias ediciones de ArtNou y Loop, y ha comisariado y co-comisariado proyectos en THEFLOOR, The Charlotte Art League, la Cera 13, TKM Room, l’Escola Massana, àngels barcelona espai 2, Tangent Projects, L&B gallery, Galeria H2O, Espai Souvenir y en el Reial Cercle Artístic dentro del marco de Loop. Desde septiembre de 2021 es Jefa de Redacción de la revista digital exibart.es.