El tercer ciclo de exposiciones individuales de Barcelona Producció 2023-2024, programa de creación emergente del Centre d’Art La Capella, se abre con las propuestas de Sofía Montenegro (Madrid, 1988), quien presenta la instalación Maquinal, comisariada por Enric Farrés Duran; y de Marta Van Tartwijk (Barcelona, 1990), que ha trabajado juntamente con Laia Estruch como comisaria, en esta segunda exposición titulada Parpella.
Pese a no existir un relato comisarial que genere un hilo conductor entre las obras, ambas artistas paralelamente se sumergen en la exploración de las condiciones de percepción visual y sonora de los paisajes tanto interiores como exteriores que transitamos, invitándonos a cuestionar lo que vemos y lo que realmente está pasando a nuestro alrededor. Las obras establecen un diálogo a través de la experiencia expositiva, ya que comparten una capa sonora hipnótica que va más allá de lo perceptible, desubicando el espacio y creando una complicidad entre las formas de ambas prácticas artísticas que se retroalimentan mutuamente.
Como explica David Armengol, director artístico del centro: «Son dos proyectos, cada uno con su práctica, pero estas coincidencias en la manera de manifestar en una exposición un solo concepto -‘maquinal’, ‘parpella’- tienen una parte de trabajo vinculado al cuerpo y a la experiencia física directa». Lo podemos comprobar sobre todo en el trabajo de Sofía, donde no encontramos un contenido, más bien, podemos observar cosas: «la propia experiencia de La Capella y el que está sucediendo, qué tipos de situaciones se están generando; de esta manera, podríamos decir que nos encontramos delante una exposición muy performativa.»
La Capella es un espacio que se resiste a la luz natural; es un espacio de penumbra. En su obra Maquinal, Sofía Montenegro desafía esta condición lumínica del espacio abriendo puertas, ventanas y otras entradas de luz natural (algunas de ellas nunca antes abiertas para una exposición), con el fin de generar un vaivén transitorio en el cual el interior y el exterior dialogan a través de ecos, reflejos y luminosidades producidas por los visitantes, transeúntes, el clima y el tránsito diario del sol; estableciendo así, nuevas conexiones con los espacios.
Un proyecto realizado in-situ en el que la artista se basó en un primer proceso de observación, en el cual investigó durante meses las cosas que ocurrían en aquel lugar, concretamente fijándose en aquello que se acontece en el sitio y no somos tan conscientes cuando hacemos una visita rápida, refiriéndose a los tránsitos que suceden a través del espacio; como ella misma explica: «Me fijé tanto en tránsitos de movimiento, como de luces, y a partir de ahí, intenté trabajar, por un lado, registrando este movimiento de luces en momentos específicos del fuera y el adentro, y también de puntos desde donde mirar en la Capella hacia el exterior y hacia el interior, y a partir de ahí, vincular estas entradas de luz y de sonido.»
Materialmente, la obra está compuesta por una serie de paneles transparentes dispuestos en distintas partes de l’Espai Capella, a través de los cuales se reflejan las fuentes de luz tanto como el espacio y la gente que lo transita. En el marco sonoro, cuenta con una serie de altavoces que emiten desde sonidos de la naturaleza hasta relatos hablados que hacen entrar al exterior en la contemplación. Maquinal nos permite mirar lo cotidiano desde otro estado, sin la mediación de las tecnologías de la información, presenta un aquí y ahora radical y meditativo.
Parpella [Párpado] de Van Tartwijk, es un proyecto de investigación que utiliza el video, la escultura y la performance como herramientas para crear un diálogo entre el cuerpo y el paisaje. En él, la oscuridad funciona como una membrana que permite experimentar con nuestras condiciones de visibilidad, permitiendo la existencia de un espacio y un tiempo especular de naturaleza acumulada, artificial, críptica y sensual.
Consta de dos vídeos proyectados intermitentemente con tres esculturas distribuidas en distintas paredes del Espai Rampa. Espacio inaugurado en 2022, su sexta muestra busca relacionar cosas pertenecientes al mismo; cuestiones rítmicas y corporales establecen un movimiento que entabla un diálogo entre las dos pantallas, donde aparecen de manera alternada paisajes vegetativos y cuerpos, como si fueran ojos que se abren y cierran a destiempo, ‘como los mismos párpados’, menciona Van Tartwijk. Los cuerpos intérpretes con los que colabora la artista, pertenecen a Blanca Nimietz, Jara Roset y Katixa Goldarazena Azpiroz, junto a los cuales se adentra en las posibilidades performativas de la grabación con infrarrojos en los alrededores de Donostia.
Asimismo, como Armengol concretiza: «La iluminación de la instalación se relaciona con las sensaciones de las propias imágenes, las texturas del material textil que encontramos en las esculturas y que se matizan con la luz.» Las esculturas compuestas por tubos de hierro plagadas de telas y prendas de vestir consiguen desdibujar un paisaje detenido, simulando ser ramas donde los tejidos que las atraviesan y se les enganchan, simulando los rastros que dejan las subidas y bajadas del agua de un río.
Finalmente, la amplificación de sonidos de aire y agua en vídeos y esculturas crea una capa sonora que conecta nuestros cuerpos con la arquitectura de La Capella, subrayando la porosidad del entorno y nuestra relación orgánica con él.
Barcelona Producció 2025
La convocatoria artística ofrece 17 becas en distintas modalidades para producir exposiciones individuales, exposiciones de comisariado, performances y proyectos no expositivos, entre los que se incluyen proyectos deslocalizados, de investigación y publicación. El período de presentación de proyectos a la convocatoria de 2025 estará activo del 1 al 30 de mayo.
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