El Bòlit Centre d’Art Contemporani de Girona acoge El contorn d’un arc, uns instalación de Eulàlia Rovira (Barcelona, 1985) que acerca al sótano de la catedral de Girona las canteras del margen de la ciudad de donde se extrajo el material que conforma el propio edificio. Unas piedras hechas de restos de animales marinos extinguidos con los que dudar si lo inerte es realmente tan inmóvil y tan faltado de vida como el lenguaje dice. Se podrá ver la intervención los días 11, 12, 13, 18, 19 y 20 de noviembre, de 11 a 14h y de 16 a 19h.
Esta intervención forma parte del proyecto Natura viva: musa i mimesi comisariado por Carolina Grau, que fue el proyecto ganador del concurso curatorial artístico convocado por Transversal Xarxa d’Activitats Culturals, que cuenta con la participación de 10 artistas en 10 ciudades:
- Pep Vidal (Barcelona, 1980) – Figueres
- Eulàlia Rovira – Girona
- Miranda Pastor (Terrassa) – Granollers
- Àngels Ribé (Barcelona, 1943) – Mataró
- Julia Mariscal (Barcelona, 1981) – Manresa
- Anna Malagrida (Barcelona, 1970) – Olot
- Rosa Tharrats (Barcelona, 1983) – Sant Cugat
- Toni Crabb (Harare, 1970) – Vilanova i la Geltrú
- Martin Llavaneras (El Segrià, 1983) – Reus
- Noela Covelo Velasco (Pontevedra, 1994) – Tortosa
El resultado son 10 proyectos artísticos de nueva creación que van desde la videoinstalación, a obras sobre papel hasta la performance, escultura y obras sonoras. La presentación del proyecto Natura viva se celebrará durante el 7 de octubre al 11 de diciembre de 2022 en diferentes momentos en las 10 ciudades catalanas. Naturaleza viva: musa y mimesis ha invitado a diez artistas a explorar la geografía local y volvernos a revelar cómo sentir y aprender de nuestra naturaleza.
Los artistas realizan una búsqueda de geografía, geología, agricultura, tradiciones populares e historia de los espacios naturales de cada localidad participante, observación a partir de la cual generarán sus acciones temporales y de nueva creación artística, reflejando diferentes aspectos de la sabiduría de la nuestra naturaleza local y llevándola a los espacios expositivos.
Ante el saqueo que estamos infligiendo a los recursos naturales de nuestro territorio, el proyecto quiere abrir nuevas ventanas en la naturaleza para inspirar, sentir y conectarnos. Se trata pues de un ejercicio de observación, y sobre todo para poder concienciar y reflexionar sobre la evolución de nuestra impronta y su impacto en nuestra biosfera.
Rovira estudió en la Universitat de Barcelona (2009) y en la Universität der Künste Berlin (2013). Su práctica recorre los cimientos que estructuran la rectitud occidental y cómo estos petrifican en los cuerpos y en el lenguaje.
Ha expuesto en Twin Gallery (Madrid), Capella de Sant Roc (Valls), Centre d’Art La Panera (Lleida), M|A|C (Mataró), Centre d’Arte Maristany (Sant Cugat) o Sala Amadís de Injuve (Madrid). Desde el 2013 también trabaja en colaboración con el artista Adrian Schindler. Han expuesto en el Musée de Bibracte (Saint-Léger-sur-Beuvray, FR), Sala Muncunill (Terrassa), Homesession y Fireplace (Barcelona), y en exposiciones colectivas o screenings como Galerie Martin Janda (Vienna), àngels barcelona, EtHall (Hospitalet), Turf Projects (Croydon, UK), Centro Cultural Montehermoso (Vitoria), ZKU – Center for Art and Urbanistics (Berlín) y la Escocesa (Barcelona). En 2018 fueron premiadas con la beca de artes visuales de la Fundación Güell.
Ha colaborado con Adrian Schindler (Périgueux, 1989) en numerosas performances y filmes. Algunas de sus exposiciones individuales recientes son Esmorteir l’esmorteït (etHALL, L’Hospitalet de Llobregat, 2020) y No ver claro. No ver. No (Twin Gallery, Madrid, 2019). Además ha participado en varias exposiciones colectivas, como Cosas que las cosas dicen (Fabra i Coats: Centre d’Art Contemporani de Barcelona, 2020) y Una exposición. Como un ecosistema (Sala Amadís, Madrid, 2019).
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