Siguiendo las líneas de investigación iniciadas ya hace cuatro años, TEA Tenerife Espacio de las Artes ahonda en el modo en el que los procesos artísticos y culturales se enraízan y problematizan cuestiones del acontecer contemporáneo en un lugar tan complejo como es Canarias. Por tanto, hacer visible lo invisible y entender lo invisible es la principal cuestión que se plantea el centro para este año que acaba de comenzar.
Cómo abordar la escultura en plena crisis de la idea de espacio público y la representación física, lo performativo como nuevo elemento dominante en los museos contemporáneos vinculado a los procesos materiales y las vanguardias como moduladoras aún hoy en día de nuestra concepción de la realidad son algunas de las ideas que plantean y cuestionan las narrativas actuales del propio centro.
Estas líneas de investigación serán desarrolladas en exposiciones como Lo que pesa una cabeza, muestra que se inaugurará el 3 de marzo y que se clausurará el 28 de mayo. Esta exposición se celebra en el 50 aniversario de Escultura en la calle, en el cual TEA abre un proceso de reflexión sobre la escultura como elemento de dominación espacial. En el año 1973 cohabitaron la disolución y la sutileza de Soto con la rotundidad de Moore. El artista venezolano exploró la disolución de lo material abriendo tanto metafórica como formalmente la imposibilidad de seguir convocando a los cuerpos en torno a la pura representación. En un tiempo en el que lo físico comienza a ser ilusión desde TEA se ahondará en la escultura como testigo de lo inasible.
Formarán parte de esta muestra artistas como David Bestué (Barcelona, 1980), Tony Cruz (Vega Alta, 1977), Victoria Encinas (Madrid, 1962), Petrit Halilaj (Kostërrc, Kosovo, 1986), José Herrera (Tenerife, 1956), Fuentesal & Arenillas (1986 y 1989, respectivamente), Eva Lootz (Viena, 1940), Paula García Masedo (Madrid, 1984), Sarah Maldoror (Gers, 1929 – París, 2020), Mónica Mays (España), David Medalla (Manila, 1942 – 2020), Laura Mesa (Tenerife, 1975), María Belén Morales (Santa Cruz de Tenerife, 1928 – 2016), Mònica Planes (Barcelona, 1992), Jorge Satorre (Ciudad de México, 1979), Peter Fischli (Zurich, Suiza, 1952) y David Weiss (Zurich, Suiza, 1946 – 2012).
Otra de las exposiciones que tendrá lugar este año será Este puede ser el lugar, perfomar el museo (cuya apertura también tendrá lugar el próximo 3 de marzo). En esta propuesta, curada por Natalia Álvarez Simó y Javier García Arozena, se identifican como gestos performativos los procesos artísticos en los que el cuerpo interviene alterando y transformando la materia, pasando a ser el propio cuerpo campo de acción y materialidad mutable. También, a través de esta colectiva se persigue desbordar la concepción que la modernidad otorgó a lo institucional y a sus espacios, la de la idoneidad y neutralidad necesarias para la contemplación de la obra de arte. El cubo blanco y la caja negra del teatro. Esta muestra contará con artistas como Bruce Nauman (Fort Wayne, EEUU, 1941), La Ribot (Madrid, 1962), William Forsythe (Nueva York, 1949), Heide Brucher, Laia Estruch (Barcelona, 1981), Lucinda Childs (Nueva York, 1940), Pedro Garhel (Puerto de la Cruz, 1952 – 2005), Jerome Bel (Montpellier, 1964) y Manolo Millares (Las Palmas de Gran Canaria, 1926 – Madrid, 1972).
Histeria. La trasgresión del deseo, curada por Pilar Soler, se inaugurará en TEA el 23 de junio y se podrá visitar en este espacio hasta el 28 de octubre. En esta exposición se explorará el concepto de ‘belleza convulsa’ que se desarrolló en el movimiento surrealista y que ha influenciado en la representación del cuerpo femenino hasta la actualidad. Por medio de un juego de conexiones y encuentros se desplegará una cartografía que establecerá una red de relaciones entre imágenes, obras, textos y documentos para revisar la naturaleza de las imágenes que ilustran este concepto desde una mirada contemporánea.
Asimismo este año la Colección de TEA se intentará articular a través de la obra de Óscar Domínguez, con la muestra Óscar Domínguez: La conquista del mundo por la imagen en la que, a través sus creaciones, se explorará el peso de lo geológico y lo onírico en las colecciones. Además, de ello este año la programación de este centro incluye otras tres muestras dedicadas a los artistas Sofía Bassi (México, 1913 – 1998), Jorge Eduardo Eielson (Lima, 1924 – Milán, 2006) y Álvaro Urbano (Catalunya, 1983).
TEA despedirá este 2023 con una nueva edición de Fotonoviembre, la decimoséptima, que contará con Violeta Janeiro como curadora de la Sección Oficial. En esta ocasión se reunirá a un conjunto de artistas que fotografiaron las patologías, transformaciones y resistencias de una realidad asfixiante. Estas muestras explorarán otras formas de vida donde el desafío de las fotografías no es, ni era, el de crear paradigmas de afectos o estéticos, si no el de capturar los desafíos a un cuerpo social que codifica y normaliza. La curaduría de Atlánticas Colectivas estará a cargo de Diana Padrón.
Por otra parte, cabe reseñar que este año continúan los Programas Públicos de TEA, destacando entre otros No-Todo: Crítica y Negatividad, con la participación de ponentes como Angela Davis, Sayak Valencia, Rosi Braidotti, y María Paula Meneses; Por Asalto, con la participación de Joan Morey (Sant Llorenç des Cardassar, 1972), Volmir Cordeiro (Santa Catarina, Brasil, 1989), Cecilia Bengolea (Buenos Aires, 1979), Ula Sickle (Toronto, 1978), Iniciativa Sexual Femenina y Richard Mascherin (Tenerife, 1992) & Lua Ribeiro; o La Plaza, en el que intervendrán creadores como Antonio Ballester Moreno (Madrid, 1977), Patricia Esquivias (Caracas, 1979) y Cabello/Carceller (París, 1963 y Madrid, 1964, respectivamente).
.gif)
