02 agosto 2022

exibart.es entrevista: Margot Cuevas, deseando flexibilidad

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Esta semana, exibart.es destaca la llegada de un nuevo espacio cultural con un enfoque curatorial idiosincrático.

Retrato de Mariona Berenguer y Margot Cuevas. Fotografía de © Leafhopper project. Cortesía de Raccoon Projects.

Hace un mes que nace Raccoon Projects, un espacio muy literalmente anidado en el circuito cultural ya no tan emergente de Hospitalet de Llobregat; la ciudad vecina de Barcelona que cuenta con una variedad apabullante de proyectos emocionantes. Ubicado no tan lejos es Tangent Projects, otro espacio auto-gestionado hospitalenc al cual exibart.es tuvo el placer de aproximar. Margot Cuevas es la voz detrás del nuevo proyecto. Es una comisaria y gestora cultural joven que lleva años trabajando en el ámbito galerístico y cultural de Barcelona.

Raccoon (‘mapache’ en inglés) Projects se trata de un espacio molecular con intenciones épicas que forma parte de la micro-red de galerías agrupadas casi en el mismo edificio. De hecho, por un pasillo estrecho y muy austero al lado de Raccoon, se puede llegar a etHall, L21 Factory, NoguerasBlanchard y Ana Mas Projects. Estos espacios, que comparten una unicidad estética dados sus caracteres crudos y antiguos usos industriales, están unidos laberínticamente y conforman un pequeño ecosistema que subsiste gracias al otro, gracias a la coexistencia y la colaboración. El proyecto de Cuevas ya empieza a buscar su manera de integrarse simbióticamente.

Comenta al respecto: «Creo que es un lugar ideal para poder abrir un espacio de proyectos. Siempre es mejor hacerlo bien acompañada. Es una zona que es idónea porque no tengo que convocar a la gente a un lugar desconocido donde no hay un circuito. El circuito ya viene dado y ya está desarrollado. Me hace mucha ilusión compartir el espacio con un vecindario como este. Además, aproveché para inaugurar mi proyecto con Art Nou en julio de 2022. Gracias a ello pude abrir con muy buena recepción y gozar de una apertura fluida.»

En cuanto a la manera de etiquetar la tipología de relato que está tejiendo poco a poco la comisaria, no vacila en afirmar que «se define como un proyecto auto-gestionado. Lo quiero abordar desde una aproximación curatorial, así como explorar mis intereses e inquietudes y de trabajar con artistas con los que tengo una cierta afinidad o que pienso que pueden aportar nuevas narrativas al contexto y a la red de cultura con la cual cuenta Hospitalet. Todo desde una proyección y visión proyectual y expositiva.»

Tal y como ha comentado, Cuevas decidió inaugurar con la muestra individual About Desire de Mariona Berenguer (Barcelona, 1992) dentro del marco de Art Nou, el festival de arte emergente. Berenguer es una artista de la misma generación que la comisaria, y vive y trabaja en Berlín. Es una muestra audaz. Verdaderamente sublime. Hace años que la artista y la comisaria han deseado colaborar con la intención de llevar su peculiar visión a la ciudad natal de Berenguer. «Mariona participó en una exposición en el Centre d’Art Maristany para Loop en 2019 en que ya partía de la idea de la cola de caballo. Paralelamente, cursó un ciclo formativo de Escultura en la Escola Massana. Después inició Belles Arts en la Universitat de Barcelona, pero marchó poco después a Berlín. Su obra no se ha podido permear mucho aquí. De hecho toda su carrera se ha llevado a cabo en Alemania.»

A pesar del los 17 metros cuadrados con los cuales cuenta el local, impacta el conjunto inquietante y eficaz de About Desire. Te topas con tres colas de caballo (todas de verdad) que están montadas en la pared central generando una simetría confrontacional. Están conectadas a un programa que les hace performar una coreografía disonante. En distintos momentos, de manera rítmica e irregular, cada una se levanta bruscamente. Articula un discurso sobre la performatividad del deseo y su inexorable conexión con el cabello en la cultura visual.

Vista de ‘About Desire,’ Mariona Berenguer, 2022. Fotografía de Pol Masip. Cortesía de Raccoon Projects.

En la hoja de sala, el crítico del arte y comisario Aurélien Le Genissel especula: «ese recorrido pendular de un deseo eternamente insatisfecho es exactamente el espacio que separa el espectador de esas tres colas de caballos que parecen intentar atraernos como ruidosos trileros o acuciantes pop-ups.» Efectivamente, las estrategias de noviazgo y las metodologías agresivas y abruptas del capitalismo convergen en su performatividad de aquello inalcanzable, lujoso y erótico. La instalación de Berenguer pone estos hechos en cuestión de manera casi pícara. En lugar de sedosas pelucas de lujo, vemos el cabello de caballo crudo, casi tieso e incorregiblemente textural.

Así de explosiva es la apertura de Raccoon Projects. La primera muestra es un detonante y una premonición de lo que vendrá. «Tengo la programación de este año ya pensada,» comenta Cuevas antes de regalarnos una primicia: «La próxima exposición será con Milena Rossignoli. Es verdad que ella ha hecho proyectos en este contexto ya que hizo una exposición en Ana Mas Projects justamente para Art Nou hace tres años. Por circunstancias personales no ha habido una continuidad de vínculos con este contexto ya que ella tuvo que volver a Italia por la pandemia. Quise abordar el caso de Mariona de una manera similar con un gesto de generar o ofertar una cierta continuidad con el contexto de donde vienen, o con donde han desarrollado proyectos. Es decir, volverlos aquí a Hospitalet de Llobregat.»

Sus intereses son variados, pero se percibe un interés en activar fértilmente el circuito catalán con aire fresco; no necesariamente a través de una selección de artistas extranjeras y desconocidas, sino a través de la selección de obras que decide exponer. Como una agente de actores, la fundadora busca volver a poner a artistas de interés en el circuito, recordar que estos nombres han estado aquí, que aún siguen vigentes y pertinentes y, a pesar de no haber entrado en el sistema aún (o haber entrado y salido), pueden volver a tener una presencia. Puede que el espacio funcione en el futuro inmanente como un escalón de visibilidad. Estratégicamente, su ubicación no podría ser más idónea. Dado que forma parte de una célula consolidada de diferentes componentes, tiene la oportunidad —por no decir el poder— de aumentar la posibilidad de que sus artistas de interés capten el ojo de personas con influencia que frecuentan dicho nudo de galerías. 

Vista de ‘About Desire,’ Mariona Berenguer, 2022. Fotografía de Pol Masip. Cortesía de Raccoon Projects.

Dicho esto, la comisaria no busca afirmar —o revelar— mucho en relación con sus intenciones: «Creo que las cosas se entienden mejor cuando las haces. Existe una necesidad de hacer y probar y arriesgar, más que ponerme a entender qué es lo que realmente quiero hacer. ¡Quizá es un poco kamikaze! Pero creo que lo iré descubriendo mediante el hacer y no tanto del teorizar y estrategizar. Sí que es cierto que lo planteo como una programación constante con artistas que a mí me interesan o que tengo la intuición que puede haber sinergias. También tengo en cuenta las necesidades o las ganas que tiene el contexto y las cosas que quieren fomentar. Esta es mi manera de trabajar y de hacer: lanzarme a la piscina. ¡Aún lo estoy procesando! Sí que tengo claro las colaboraciones que quiero llevar a cabo ya que tengo una programación bastante pensada pero creo que el hilo conductor lo acabaré entendiendo cuando haya pasado un tiempo.»

De momento, parece que podría funcionar casi como un espacio off que invita a que obras de artistas que aún no han entrado —y que quizá nunca entrarían si no fuese por Raccoon— tengan la oportunidad de llegar a los espacios expositivos comerciales del circuito. No es de extrañar que Raccoon Projects tiene un espacio que dialogue más con el formato escaparate que con el cubo blanco; una especie de esto podría ser tuyo dirigido a los agentes del mundo del arte de poder. Pero son especulaciones, de momento, ya que, según la fundadora, «limitarme no me interesa. Es decir, ir con la mentalidad de ‘solo voy a trabajar con artistas extranjeras o solo con artistas vinculadas al contexto,’ por ejemplo. El proyecto y las narrativas se tienen que ir construyendo. Y se tiene que construir en diálogo con la gente, colectivamente. Así se irá desarrollando la atmósfera. Tengo ganas de probar y arriesgar. De no tener miedo de presentar las artistas que me interesan o propuestas que salen de la cónica.»

exibart.es cuestiona cómo la comisaria pretende arriesgarse en un espacio tan diminuto; una pregunta a la cual Cuevas responde con optimismo: «El espacio tiene sus limitaciones pero tiene muchas posibilidades emocionantes. Lo estoy abordando como una investigación curatorial en el sentido de sacarle todas las posibilidades ocultas del espacio y generar proyectos que entiendan el espacio de maneras muy distintas. Puede que sea un espacio que solo se adapta a proyectos de una sola pieza y eso puede ser interesante. Es un espacio que funciona muy bien para solos creo, pero tampoco me quiero limitar o cerrar a una idea o manera de plantearlo. Me interesa conformar los proyectos expositivos mano a mano con las artistas y trabajar juntas en ello. E incluso pensar en el espacio como un elemento escultórico.»

Fotografía de © Leafhopper project. Cortesía de Raccoon Projects.

Se entiende que es un proyecto que no requiere cerrar temas y modelos. No es decir nada novedoso: si fuese una galería, con pretensiones y necesidades vivenciales comerciales, habría mucho menos margen para el riesgo y el deixar fer (‘dejar hacer’). A pesar de lo que pueda parecer, la anti-estrategia de Cuevas es altamente estratégica. Puesto que se lo puede permitir, sin la finalidad o la obligación de generar fondos económicos, estar abierta a adaptar una forma amebiana y maleable es lo más inteligente que se puede hacer. 

«Obviamente es un proyecto serio. Pero tiene más que ver con mi personalidad: hacer cosas con cariño pero sin mucha presión y pretensión. Busco que sean divertidos los procesos de trabajo y producción. Sin el goce, dudo que nosotras nos dedicáramos a esto. Quiero generar un espacio de disfrute donde se presenten proyectos de calidad. Como si fuese mi laboratorio de investigación curatorial, de cierto modo. No tengo una proyección hermética porque quiero dejarme llevar y ser receptiva a cómo crece,» comenta maternalmente.  

Vista de ‘About Desire,’ Mariona Berenguer, 2022. Fotografía de Pol Masip. Cortesía de Raccoon Projects.

En el mismo tangente, mantiene que «de momento quiero aportar un starter pack con los elementos básicos y esenciales para llevar a cabo un proyecto expositivo. Habrá un acompañamiento curatorial en cada una de las propuestas que traigo aquí. Así serán proyectos muy cuidados. Es muy importante saber dejar crecer y construir. Tengo que ser flexible. Quizá el contexto u otras circunstancias dictarán si tengo que modificar cosas levemente. Y no limitarme a una finalidad concreta. Lo que me importa ahora es construir buenos fundamentos.»

Muy resumidamente, mandará el proyecto, el público y el universo; todo bajo la tutela y el cuidado de la fundadora. El objetivo de corto plazo es invocar un mood o una dinámica de trabajo y colaboración. Preocuparse por la atmósfera y el tono de los proyectos mientras te sintonizas con la recepción de los demás es una mezcla —por no decir estrategia— esencial para la subsistencia de los espacios auto-gestionados. Raccoon Projects ya de base es un proyecto abierto a los cambios con un fondo y unas intenciones muy serios y a la vez abrazadores. Ya ha cultivado una recepción positiva ya que el Premio CollezioneTaurisano (una colaboración especial con Art Nou) hizo mención especial a la exposición de Berenguer. Y más importante aún, el circuito de amigas y colaboradoras de Cuevas no pueden parar de felicitarla. 

Se puede visitar el local cada viernes de 11-14h —o mediante cita previa— en Carrer de Salvador, 22, L’Hospitalet de Llobregat. Para seguir su actividad y contactar con el espacio, puedes encontrar más información sobre el proyecto aquí.

Fotografía de © Leafhopper project. Cortesía de Raccoon Projects.
Gabriel Virgilio Luciani

Sobre el autor

La esfera de investigación llevada a cabo por la comisaria Gabriel Virgilio Luciani (Atlanta, 1995) se encuentra en una intersección gaseosa entre la poesía, las neocorporeidades, la teoría queer, la magia y la afectividad objetual. Estas esferas de investigación las ha ido explorando mediante exposiciones formales, publicaciones e intervenciones poéticas en los últimos seis años, y muchas de las cuales realizadas mientras cursaba el Grado de Artes y Diseño en la Escola Massana. Entre los años 2016-2019, la mayor parte de su práctica curatorial la llevó a cabo ejerciendo de comisaria en el espacio autogestionado de referencia, La Cera 13, fundado por artistas jóvenes que moldearon un laboratorio altamente experimental y radical en el Raval. En 2020, acabó su Máster en Comisariado de Artes Digitales en la Universitat Ramon Llull, durante el cual trabajaba para el director de la galería Dilalica. En 2019-2020, hizo de residente curatorial junto con Margot Cuevas a Tangent Projects en L’Hospitalet de Llobregat que concluyó con el comisariado de una exposición colectiva en el espacio expositivo en octubre 2020. A lo largo los últimos seis años, sus exposiciones han sido incluidas en varias ediciones de ArtNou y Loop, y ha comisariado y co-comisariado proyectos en THEFLOOR, The Charlotte Art League, la Cera 13, TKM Room, l’Escola Massana, àngels barcelona espai 2, Tangent Projects, L&B gallery, Galeria H2O, Espai Souvenir y en el Reial Cercle Artístic dentro del marco de Loop. Desde septiembre de 2021 es Jefa de Redacción de la revista digital exibart.es.